Una emboscada en Jalisco, acaba con la vida de nueve policías
La policía mexicana recibe un nuevo golpe.
Una emboscada realizada en el municipio de Jilotlán de los Dolores, en Jalisco, ha acabado con la vida de nueve agentes, según ha informado la Secretaría de Seguridad Pública, Prevención y Readaptación Social.
Un total de 20 agentes repartidos en cinco patrullas supervisaban la zona tras recibir informaciones sobre la presencia de individuos armados. Fue entonces cuando los agresores, montados en al menos diez vehículos, les tendieron una emboscada y abrieron fuego con fusiles de asalto AK-47, AR-15 y lanzagranadas calibre 40, informa el diario El Universal.
Los policías que sobrevivieron intentaron repeler la agresión pese a ser superados en número por los sicarios, quienes se llevaron consigo a uno de los agentes. Diez efectivos resultaron heridos y fueron atendidos en el hospital de Ciudad Guzmán.
La Secretaría de Seguridad del estado de Jalisco denuncia que horas después del ataque todavía no se había personado en la zona ninguna autoridad municipal, estatal o federal para defender a los agredidos.
Nueva masacre
Por otro lado, en México DF, al menos siete personas, supuestamente relacionadas con el tráfico de drogas, han muerto en un tiroteo, según informaron las autoridades locales, que aludieron a una posible venganza entre bandas.
El suceso se produjo en torno a la medianoche en el cruce entre la avenida del Trabajo y la calle Granada, en la colonia Morelos. Un grupo de hombres armados se acercó a las víctimas y les disparó cuando trataban huir.
Por otra parte, cinco mujeres perdieron la vida después de que un comando armado disparase contra tres camiones de una empresa de importación alrededor de la una de la madrugada en Ciudad Juárez. A causa de estos hechos, ocurridos en el poblado de Caseta, otras 14 mujeres resultaron heridas y fueron trasladadas a un hospital.
Las circunstancias de esta acción han llevado al Ejército a custodiar, con decenas de efectivos, el centro sanitario, ante el temor de que se produzca un nuevo asalto.
Por su parte, la Secretaría de Gobernación (Segob) condenó “de manera enérgica” a través de su máximo representante, Francisco Blake, los crímenes violentos registrados en el país, que calificó de “actos de barbarie”.
A su juicio, estos delitos “son propios de criminales sin escrúpulos, que arrebatan la vida a personas inocentes, en su mayoría jóvenes que luchaban por forjarse un mejor futuro”, y pidió a la sociedad y al gobierno que apuesten “por la legalidad y las instituciones”.
“Donde el Estado se repliega quedan espacios
que pueden ser ocupados por las organizaciones delincuenciales“, advirtió.
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