Un castigo injustificable

Rioja2

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La situación que vive la población de la Franja de Gaza ha sido denunciada por diferentes ONG

y organizaciones desde hace ya varios años. El bloqueo que mantiene el gobierno de Israel sobre este territorio palestino alcanzó su punto más tenso el pasado 31 de mayo, cuando en el asalto de la Marina israelí a una flotilla humanitaria que se dirigía a Gaza (las rutas marítimas están prohibidas por Israel) murieron nueve personas.

Tras este hecho, y la posterior presión internacional, el gobierno de Israel decidió suavizar el bloqueo a la Franja, dejando pasar determinados productos a la zona.

Esta medida ha sido aplaudida por el relator de Naciones Unidas para los derechos humanos de los palestinos en los territorios ocupados, Richard Falk, quien también ha señalado que la población sigue siendo víctima de castigos colectivos por parte de Israel.

Falk señaló que el objetivo de deslegitimar a Hamas, argumento esgrimido por el gobierno israelí no es fundamento jurídico para negar alimentos, insumos médicos, combustibles y materiales de construcción a los habitantes de la Franja.

Además, agregó que el confinamiento de un millón y medio de personas sin que se les conceda permiso de salida excepto en raras ocasiones, las priva de sus derechos básicos.

Israel “no permite a los jóvenes que visiten a sus familias en Cisjordania o Jerusalén Oriental, o que estudien en universidades que están en otra parte de los territorios ocupados”, explicó Falk.

El experto independiente opinó que impedir los viajes de ida y vuelta a Gaza es un obstáculo cruel que priva a sus habitantes tener un desarrollo saludable y una vida normal, y consideró que no existen razones de seguridad que lo justifique.

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