La portada de mañana
Acceder
Israel se prepara para una ofensiva en Rafah mientras el mundo mira a Irán
EH Bildu, una coalición que crece más allá de Sortu y del pasado de ETA
Opinión - Pedir perdón y que resulte sincero. Por Esther Palomera

Estados Unidos ejecuta a la primera mujer en cinco años

Rioja2

0

El norteamericano estado de Virginia ha cumplido esta madrugada la sentencia de pena de muerte que pesaba sobre Teresa Lewis, una mujer de 41 años acusada de haber organizado el asesinato de su marido y del hijo de éste. Lewis había pasado ocho años en el corredor de la muerte, tenía dos hijos y era abuela desde hacía un mes.

Esta ejecución, que ha sido la primera de una mujer en Estados Unidos desde 2005 y en el estado de Virginia desde 1912, viene precedida de una especial polémica por las circunstancias que rodeaban a Lewis. El primer aspecto que destacaba sobre este caso era el hecho de que la acusada rozaba el límite del cociente intelectual que se considera constitucional para imponer la sentencia de pena de muerte (tenía un 72 sobre el 70 necesario).

Por este hecho, varios grupos y organismos, entre ellos la Unión Europea, habían pedido que se le conmutara la pena de cadena perpetua. El gobernador de Virginia, Robert F. McDonnell, recibió peticiones en las que se alegaba que Lewis tenía la edad mental de un niño de 13 años, pero todas fueron desestimadas por no contar, según McDowell, con un informe médico que justificara su discapacidad mental.

El otro aspecto llamativo era que Lewis, que había organizado el crimen pero no lo había perpetrado, fuera condenada a la pena capital mientras quienes llevaron a cabo el homicidio, su amante y otro hombre, recibieron una sentencia de cadena perpetua. El primero de ellos, que entonces tenía 22 años, acabó suicidándose en la prisión.

La explicación legal de este hecho sería el móvil del asesinato: cobrar la pensión que le correspondía a Lewis por la muerte de su marido. Además, la propia Lewis habría colaborado en el crimen. La ejecutada, que en un principio apuntó a un intruso como el autor del asesinato, acabó reconociendo su responsabilidad poco tiempo después.

Teresa Lewis pasó sus últimos días de vida en una celda sin ventanas, custodiada por agentes mujeres y rodeada de su familia y abogados. Sus últimas palabras antes de ser ejecutada fueron dirigidas a la hija de su marido y hermana del hijastro a los que ordenó asesinar hace ocho años. “Sólo quiero que Kathy sepa que la quiero y que lo siento mucho”.

Etiquetas
stats