Indígenas colombianos a merced de la violencia

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Naciones Unidas (ONU) ha advertido del peligro de desaparecer que corren más de 34 pueblos indígenas colombianos a consecuencia de la violencia que ejercen en sus tierras los grupos armados. Así, el informe de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR ) concluye que “a pesar de nuevos esfuerzos del Estado por protegerlos […] el peligro de desaparecer física o culturalmente se mantiene, y en algunos casos aumenta”.

El informe destaca, como las principales amenazas contra estos pueblos, las amenazas de muerte, el reclutamiento forzoso de jóvenes por los grupos armados y los desplazamientos internos. En este sentido, los desplazamientos de indígenas dentro del país conforman el 15% de los cuatro millones de refugiados internos del país, pese a que sólo representan el 2% de la población nacional.

El motivo principal por el que los pueblos indígenas se están viendo especialmente afectados por el conflicto armado reside en la localización de sus territorios. Éstos poseen un valor estratégico para los grupos armados y para el tráfico de drogas en el que están involucrados.

Por otro lado, el conflicto armado entre el ejército colombiano, grupos paramilitares y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es una de las principales amenazas para los pueblos indígenas de Colombia. Este largo enfrentamiento ha dado lugar a numerosos asesinatos, huidas forzosas y una grave escasez de comida. Pero, sobre todo, ha afectado a las mujeres y a los niños indígenas, que son víctimas de la violencia sexual o reclutados por la fuerza.

El estudio recoge el aumento de indígenas asesinados que ha habido en los últimos años por parte de grupos paramilitares. En este sentido, los colombianos indígenas asesinados aumentaron, entre 2008 y 2009, un 63% y en 2009 33 miembros del pueblo awa fueron aniquilados. De hecho, dos semanas después de que se publicara el informe, el líder del pueblo indígena wayúu, Luis Socarrás Pimienta, fue asesinado a tiros por un supuesto paramilitar frente a su casa en la provincia de La Guajira, según informa Survival International

Los pueblos awá y nukak son algunos de los últimos pueblos indígenas de la Amazonia y tienen el status de comunidades que requieren “atención especial”. Sin embargo, más de la mitad de los nukak han sido exterminados desde la llegada a su tierra de los colonos que cultivan la coca. Este pueblo, por tanto, se ha visto abocado a vivir o bien en los opresivos alojamientos para refugiados en las afueras de alguna ciudad, o bien en la selva, azotada por la violencia.

Por otro lado, tal como apunta Survival Internacional, un informe anterior de la ONU recoge la sospecha de que existe un programa de “limpieza étnica” en el país que tendría como objeto desarrollar un mayor número de cultivos ilícitos o establecer agronegocios a gran escala que podrían incluir plantaciones de palma de aceite y producción de ternera.

El pueblo wounaan ha sido recientemente desplazado, su líder ha declarado “cada vez nos podemos mover menos, incluso para cazar o recolectar comida” y culpa de la situación de su pueblo al aumento del cultivo de la coca en su territorio, a la presencia de grupos armados, y por extensión a la creciente violencia.

Por otro lado, frente a las declaraciones del ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, en las que se adjudica un éxito en la lucha contra la violencia en su país, el informe pone de manifiesto los abusos de derechos humanos que vive la población indígena. Desde Survival International instan al nuevo Gobierno de Juan Manuel Santos a actuar de inmediato para proteger a sus ciudadanos más vulnerables del exterminio.

Imágenes cedidas por D. Hill / Survival

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