La UE decide examinar la política de expulsiones de Sarkozy

Tras la reunión de diputados celebrada ayer en Bruselas, la Unión Europea (UE) ha decidido abrir un debate sobre La situación de los romaníes en Europa. La decisión es fruto de la polémica generada por las recientes expulsiones masivas de gitanos de origen rumano y búlgaro de Francia y las dudas sobre la legalidad de las mismas.

Desde que a finales de julio el Gobierno francés anunciara su decisión de expulsar a 700 gitanos que residían de forma irregular de Francia por “razones de seguridad” (ya han abandonado el país casi 1.000), las críticas no han dejado de lloverle al Ejecutivo francés.

Entre los últimos en pronunciarse se encontraba la Comisión Europea, que consideraba que una medida como está estigmatizaba a toda una comunidad, y criticaba que Francia no hiciera esfuerzos por integrar a los romaníes. En la reunión parlamentaria de ayer, la mayoría de las críticas expresadas fueron en esta línea. “Se trata de un problema europeo pues los tratados han sido violados. Los ciudadanos han sido discriminados en razón de su etnia”, dijo Rita Borsellino del Partido Socialista Europeo, quien también expresó su preocupación por que se produjera “un efecto contagio” de estas medidas hacia otros países.

Por su parte, Cornelia Ernst, de Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL) se ha preguntado si expulsar “contingentes cifrados” no es contrario a la ley. Hélène Flautre, del grupo de los Verdes, ha reclamado que se saquen enseñanzas de este hecho para lograr una mayor integración de los romaníes.

Sin embargo, el belga Phillip Claeys ha juzgado “exagerada” la reacción de algunos de sus colegas y ha defendido la forma en que Francia está llevando a cabo las expulsiones: “el Gobierno francés ha actuado en toda legalidad y tiene todo el derecho a hacer” lo que está haciendo.

En cualquier caso, del encuentro de ayer se desprende la decisión de convocar una reunión para el próximo martes, 7 de septiembre, en Estrasburgo, por acuerdo de todos los líderes de todos los grupos políticos.

Tras el debate de ayer, el presidente de la Eurocámara, Jerzy Buzek, consideró necesario que para “mejorar la integración social de las comunidades de gitanos deberíamos evitar cualquier discriminación retórica en la discusión sobre este asunto”, según recoge El País. Por otra parte, la representante de la Comisión Europea juzgó “importante” asegurarse de que el dinero de los fondos dedicado a la integración de los romaníes sea bien empleado por los Estados miembros.

El Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, viajará el lunes a París para reunirse con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y analizar la situación. Mientras tanto, la Comisión ha preparado un informe sobre la situación de los gitanos en Francia, tal como recoge El País. Se trata de un documento preliminar del que no han trascendido nada más que algunos párrafos y que estaría destinado a examinar si “las garantías exigidas han sido aplicadas” por Francia.

Por su parte, el país galo sigue defendiendo que han respetado la legalidad y que la mayor parte de los retornos se han producido de manera voluntaria, como defendió el Ministro de la Inmigración , Éric Besson, hace unos días ante un grupo de comisarios europeos.