La violencia en el Congo, en el punto de mira

Rioja2

0

La República Democrática del Congo está captando la atención internacional debido a la terrible realidad que viven sus habitantes día tras día y que parece estar lejos de desaparecer. Los enfrentamientos entre el Ejército del gobierno de Joseph Kabila y los diferentes grupos armados que actúan en la zona no sólo han generado una situación de inseguridad, sino que han condenado a la población a la violación prácticamente sistemática de sus derechos más fundamentales.

Ante estos actos que llevan años produciéndose, Naciones Unidas (ONU) ha decidido publicar el próximo 1 de octubre un informe sobre las violaciones más graves a los derechos humanos cometidas en la República Democrática del Congo en la década de 1993 a 2003.

Según la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dicho estudio tiene un alcance sin precedentes que ayudará a los congoleños a establecer sistemas judiciales de transición y a combatir la impunidad.

El texto describe más de 600 incidentes que han tenido lugar en la República Democrática del Congo durante el periodo en cuestión, cuando decenas de miles de personas fueron asesinadas como consecuencia de las atrocidades cometidas por varios grupos identificados en el informe.

Para su elaboración, los autores entrevistaron a más de 1.280 testigos y analizaron al menos 1.500 documentos durante dos años.

Pillay señaló que los Estados implicados solicitaron un mes para analizar el borrador y hacer comentarios, los cuales serán publicados junto con el informe.

El portavoz en Ginebra de Pillay, Rupert Colville, recordó que el estudio se elaboró como un ejercicio liderado por la Oficina de la Alta Comisionada tras el descubrimiento en 2005 de tres tumbas masivas en el este del país. El entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, apoyó el proyecto y lo turnó para su autorización al Consejo de Seguridad en 2006 y en 2007 su sucesor en el cargo, Ban Ki-moon, aprobó los términos para la realización de la investigación luego de una serie de consultas con el gobierno congoleño.

Violaciones que van en aumento

En los últimos meses, esta violencia se ha visto incrementada en la región de Kivi Norte, donde a principios del pasado mes de agosto el número de víctimas de violaciones masivas superaba las 240.

Según informó el portavoz de Naciones Unidas, Farhan Haq, la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en República Democrática del Congo (MONUSCO) ha recibido nuevas denuncias de mujeres en los últimos días. “Por el momento ya han recibido informaciones de más de 240 víctimas de violaciones en el este de Congo”, indicó Haq en rueda de prensa.

Las violaciones masivas se produjeron entre el 30 de julio y el 2 de agosto en trece aldeas situadas a lo largo de un tramo de 21 kilómetros de carretera en la provincia congoleña de Kivu Norte. Los asaltantes bloquearon la vía, haciendo imposible que los habitantes de las aldeas pudieran tener comunicación con el exterior.

Durante el ataque, que ha sido atribuido a las milicias Mai-Mai y a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), los asaltantes también saquearon viviendas y realizaron otro tipo de atrocidades contra la población civil.

La prolongada presencia de los autores de las violaciones masivas en las aldeas asaltadas ha suscitado las críticas respecto al papel desempeñado por MONUSCO y sus supuestas limitaciones para proteger a los civiles.

Algunos miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, durante una reunión convocada por Francia y Estados Unidos, sugirieron que los 20.000 efectivos de MONUSCO deberían al menos mejorar su comunicación con la población local.

Además, un veterano diplomático occidental aseguró en condición de anonimato que en el seno de Naciones Unidas existe una “fuerte polémica” respecto a las razones que hicieron que MONUSCO tardase tanto tiempo en enterarse de las violaciones e informar al Consejo de Seguridad.

Por su parte, el enviado especial de la ONU en el país africano y jefe de MONUSCO, Roger Meece, aseguraba a finales de agosto que “ya hemos comenzado a revisar nuestras acciones y nuestros protocolos para determinar qué podría haberse hecho mejor y con mayor rapidez para proteger y asistir a las víctimas de esas atroces violaciones”.

“La indignación provocada en todo el mundo por estos actos criminales deben movernos a actuar de una forma más decisiva contra sus autores y movilizarnos para que la ley y el orden prevalezcan sobre el barbarismo”, agregó Meece en un comunicado divulgado por la ONU.

“Trabajamos en colaboración con las fuerzas de seguridad del Estado congoleño y tratamos cada día de mejorar nuestra capacidad para proteger a las personas que se encuentran en peligro”, dijo Meece.

Etiquetas
stats