Fallece un hombre de 38 años por un golpe de calor

Agencias

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Un hombre de 38 años ha fallecido este domingo en Sevilla como consecuencia de un golpe de calor, según confirmó en un comunicado de prensa la Delegación Provincial de Salud de la Junta de Andalucía tras conocer el resultado de la encuesta epidemiológica realizada por la administración sanitaria, tal y como establecen los protocolos del Plan de Prevención de Altas Temperaturas.

Según dicho comunicado, la víctima ingresó el pasado miércoles, 25 de agosto, en el Hospital Virgen Macarena de la capital hispalense después de una exposición prolongada al sol, y falleció este domingo, 29 de agosto.

Según indicó Salud, el fallecido consumía productos depresores del sistema nervioso que oprimen la regulación de la temperatura corporal y, por tanto, la sensación de calor y la necesidad de beber agua.

El golpe de calor es un síndrome grave que se produce por un fracaso de la termorregulación por la exposición a unas altas temperaturas, de forma que el organismo no es capaz de controlar la temperatura corporal, subiendo la fiebre a más de 41 grados. Los síntomas que hay que tener en cuenta son la temperatura del cuerpo, la alteración de la conciencia y la deshidratación.

La Consejería de Salud ha querido insistir en la importancia de evitar la exposición a las altas temperaturas, ya que pueden suponer una agresión importante para el organismo. Por eso, como medida preventiva, ha aconsejado no hacer ejercicio en las horas centrales del día, permanecer en sitio fresco, a la sombra, y beber abundante agua.Igualmente, añadió que ante la aparición de un golpe de calor es preciso solicitar asistencia médica urgente; mientras ésta llega, hay que colocar a la p

ersona afectada en un entorno fresco y enfriarla con aire o agua fría, ya sea con una ducha, un baño o mojando sus ropas. Los deportistas, trabajadores expuestos al calor, bebés, personas mayores, discapacitados o enfermos crónicos son especialmente sensibles a las altas temperaturas.

RECOMENDACIONES

Ante el incremento de temperaturas, la Consejería de Salud recomienda a la población seguir sencillas medidas preventivas de hidratación y alimentación, así como evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, medidas que deberán intensificarse en los grupos de mayor riesgo, tales como ancianos, niños y enfermos crónicos.

En este sentido, ha subrayado la importancia de beber abundante agua, incluso aunque no exista sensación de sed, evitar las salidas y la realización de actividad física en las horas de más calor, mantener la casa fresca, llevar ropa ligera y procurar que los medicamentos estén bien conservados.

Estas medidas deberán intensificarse en aquellos pacientes tratados con diuréticos o con neurolépticos y psicofármacos (antipsicóticos, barbitúricos) en tanto en cuanto deprimen la regulación de la temperatura corporal y, por tanto, la sensación de calor y la necesidad de beber agua, pudiendo llegar a ocasionar problemas por deshidratación o por exposiciones prolongadas a altas temperaturas.

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