A Nadal le espera un gigante de 2.03m

No fue el inicio soñado, pero el balear disputó un partido que le mete de lleno en la acción de un torneo donde se juega todos los días y cualquier despiste te manda para casa. Eso lo sabe bien Verdasco, al que se le escapó el partido entre los dedos, mientras Nadal se agarró a él, como de costumbre.

Nada menos que noventa y dos minutos empleó el español en hacerse con la primera manga, en un tie break maratoniano (14-12). Al final del partido el reloj marcaba dos horas y 21 minutos y el marcador un 7-6, 6-3.

Lo importante es coger ritmo

“Cuando se pasa tiempo sin jugar torneos es siempre difícil. Antes del partido sabía que iba a ser un encuentro muy peligroso. Estaba preocupado con el partido”, reconoció. “Es muy importante empezar con una victoria, en primer lugar porque es un torneo importante y segundo porque es la forma de jugar otro partido y para mí lo importante es seguir jugando”, sentenció.

Saltó la sorpresa, K.O. de Querrey

“Anderson ha ganado un partido increíble. Será un duelo muy peligroso, ya que tiene un saque increíble”, señaló el balear. No anda desencaminado Nadal, el sudafricano dio buena cuenta de Sam Querrey, al que ganó en su terreno: con servicios contundentes y sin dar ritmo (7-6(4), 4-6, 6-4), para presentarse en un partido donde sin nada que perder puede inquietar al español, que tendrá que volver a hacer acopio de buenos restos y paciencia para que el partido no se le complique.

Nadal también se refirió al hecho de que es el único español que ha sobrevivido a las dos primeras rondas del Masters 1000 de Toronto, donde David Ferrer, Tommy Robredo, Fernando Verdasco, Nicolás Almagro y Feliciano López han rendido muy por debajo de lo esperado, y no quiso buscar excusas.

“Son torneos muy complicados. Desde primera ronda te encuentras a buenísimos jugadores porque sólo entran los 44 primeros del mundo. No hemos tenido evidentemente nuestro mejor torneo. Pero no creo que sea un tema de humedad. Estamos bien acostumbrados a jugar con humedad”, explicó el balear, que esta noche ya sabe tendrá que lidiar con los pelotazos de Anderson. Wawrinka ya le sacó a 220 kilómetros, pero lo que le mandará el sudafricano van a ser auténticos obuses de un gigante de 2.03m.