Ceniceros afirma que los signos de identidad han supuesto la maduración política de La Rioja

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El presidente del Parlamento de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, afirmó hoy que “atesorar nuestros propios signos de identidad -la bandera, el escudo, el himno y el propio Día de La Rioja-, que nos generen un sentimiento de emotividad profundo o un sentido ético de solidaridad, supone un proceso de maduración política al que aspiraban los diputados riojanos de 1985 y comporta la proyección histórica de un pueblo”.

El máximo dirigente de la Cámara regional realizó estas afirmaciones durante el pregón del Día de La Rioja, que tradicionalmente se celebra en la plaza de la Convención de Santa Coloma. Un acto al que acudió, entre otros, el presidente del Gobierno riojano, Pedro Sanz, acompañado de varios consejeros del Ejecutivo regional, así como los miembros de la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento riojano, siendo el anfitrión el alcalde de la localidad, Pedro Hernando.

Ceniceros, se ha referido a la Ley reguladora de signos de la identidad riojana, que cumple ahora veinticinco años, y ha valorado su vigencia como fruto del trabajo de los Grupos Parlamentarios y de las aportaciones de las asociaciones.

El presidente del Hemiciclo riojano, que estuvo precedido por el alcalde de la localidad, evocó la Convención que se celebró en el Cuartel General del Comandante de la Provincia de La Rioja en 1812 en la que alcaldes y comisionados de 59 localidades denunciaron el abandono que sufría la provincia por parte del Gobierno central y reclamaron que se volviera a la demarcación antigua, permitiendo que La Rioja se gobernara por sí sola, sin depender de Burgos ni Soria, que recaudaban las rentas y reclutaban a los jóvenes riojanos como soldados.

Según recordó Ceniceros “Santa Coloma es vital en nuestra historia porque la Constitución facultaba a las provincias con entidad regional histórica acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas, y La Rioja ejerció ese derecho apelando, entre otras cuestiones, a la Convención de 1812”.

En su intervención, el presidente del Parlamento indicó que en los primeros años de nuestra autonomía, los diputados depositaron grandes esperanzas en la ley que regulaba los signos de identidad riojana porque “suponía -ha dicho- legitimar y regular unos símbolos compartidos por una mayoría de ciudadanos y que, a la vez, nos diferenciaban de otras comunidades”.

En su opinión, “los riojanos nos sentimos hoy convencidos de nuestro autogobierno, fieles a nuestras raíces y confiados en nuestras posibilidades... A esta confianza ha contribuido de forma discreta pero innegable la construcción de una identidad colectiva”. Para Ceniceros González “los signos de identidad regulados por ley, así como Santa Coloma y San Millán, han adquirido cada vez mayor prestigio y estimación porque los riojanos los han asumido como símbolos identitarios y eso ha supuesto trascender cierta timidez cultural y política”.

CRISIS

El presidente del Parlamento calificó de “injusto y un punto temerario que la crisis ponga en tela de juicio la descentralización, el autogobierno o las instituciones”. Ceniceros ha afirmado que la crisis que afecta a todos los españoles es una crisis económica y financiera, “no es la crisis del Estado Autonómico”. Del mismo modo, conminó al Estado a escuchar a las Comunidades Autónomas: “Merecemos consideración institucional, máxime cuando debemos acatar decisiones impuestas que afectan a la economía de todos nuestros ciudadanos”.

Durante su discurso, Ceniceros criticó las leyes estatales que perjudican a La Rioja y reiteró que el Parlamento, por primera vez en su historia, “ha presentado un recurso de inconstitucionalidad pidiendo la nulidad de una ley -la que implica el blindaje de las normas forales vascas-, que vulnera el principio de igualdad y que atenta contra el derecho que tienen los riojanos de obtener la tutela de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos y en la defensa de sus legítimos intereses”.

Por su parte, el alcalde de Santa Coloma, Pedro Hernando Marín, destacó la importancia de la villa en la historia de nuestra región puesto que “ha de ser reconocida como un enclave crucial en la gestación de lo que hoy conocemos como Comunidad Autónoma de La Rioja y porque sigue representando fielmente el espíritu que caracteriza a esta región”.

El alcalde también reclamó a las distintas administraciones respeto institucional para los alcaldes: “No por nuestro propio interés o reconocimiento, sino por el de los municipios a los que representamos que, aunque pequeños, significan una parte importante de nuestra comunidad y nuestro país, de su economía y de su acervo cultural”.

La actuación de la Escuela de Jotas del taller Bonifacio Gil, interpretando 6 piezas propias del folklore riojano, puso el punto final al pregón del Día de La Rioja. Finalmente, se repartió a todos los asistentes un jarrito de vino y un bollo “preñao”.

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