Cuatro víctimas en riesgo alto de volver a sufrir violencia de género

@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } Desde enero de 2010, Logroño es la segunda capital de España, después de Oviedo, en la que se ha implantado el Sistema de Seguimiento Integral de los casos de violencia de género. Permite que la Policía Local y Nacional colaboren y compartan información al momento.

De esta forma pueden hacer valoraciones de riesgos y mejorar el sistema de avisos ante posibles riesgos de seguridad de las víctimas. Desde agosto de 2007 se ha gestionado información sobre 140.000 mujeres, de las que 1.014 son de La Rioja. En este tiempo además se han detenido a 57 personas y se han realizado 16.600 actuaciones.

La Unidad de Convivencia es la que primero atiende a la víctima y valora el riesgo que sufre, que se divide en cinco: extremo, alto, medio, bajo y no apreciado. Se encuentra ubicada en la comisaría de Villegas de Logroño, donde también está la Unidad del Menor.

Desde esta unidad se ampara a la víctima con servicios policiales, jurídicos y asistenciales. Según Juan Carlos Alegre, inspector jefe de Servicios Especiales de la Policía Local, están en permanente contacto con el juzgado para tener en cuenta las medidas provisionales (orden de alejamiento, etc.).

Se registran datos de interés de la víctima como por dónde circula o a qué hora y se establece un plan de protección adecuado para ella. Además se entrevistan con el agresor para explicarle, por ejemplo, el contenido de la orden de alejamiento y le dan un teléfono donde puede consultar cualquier duda. De esta manera se intenta evitar cualquier conflicto entre la víctima y el agresor.

El grado de riesgo que tiene la víctima puede mantenerse o variar al alza o a la baja. Por eso, si está encuadrada en riesgo extremo, se revisa cada 72 horas, si es alto, cada 7 días, si es medio cada 30 y si es bajo cada 60.

En este momento 40 víctimas se encuentran en riesgo medio y 4 en riesgo alto. Además existe un agresor con sistema de detección. “Han aumentado las denuncias pero eso quiere decir que las campañas de prevención están calando. Las víctimas no habían denunciado y es muy importante la denuncia para evitar esa cifra negra”, señala Juan Carlos Alegre.