Primeras elecciones en Sudán tras 25 años de gobierno de Al Bashir

Rioja2

0

Sudán celebra hoy y mañana sus primeras elecciones multipartidistas en casi un cuarto de siglo con su actual dirigente, el presunto criminal de guerra Omar al Bashir, como favorito tras el boicot convocado por los principales grupos de oposición y ante el escepticismo de la comunidad internacional sobre la integridad de los comicios, prolegómeno del referéndum de 2011 sobre la integridad territorial del país africano y, a la postre, elemento clave del acuerdo de paz que puso fin al conflicto más sangriento de la historia reciente del continente.

De momento, el desarrollo de la campaña electoral ha sido calificado como “francamente perturbador” en la sede de Naciones Unidas, donde la embajadora permanente de Estados Unidos, Susan Rice, expresaba el pasado jueves su preocupación sobre las restricciones políticas impuestas desde el Gobierno sobre los candidatos y medios de comunicación sudaneses.

A pesar de esta crítica evaluación, el Gobierno de Jartum ha desoído la petición de posponer brevemente los comicios para garantizar cierta dignidad democrática al proceso, elevada por el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, quien encabeza la representación internacional de los más de 250.000 observadores que supervisarán el desarrollo de los comicios, según cifra la cadena BBC, en la práctica totalidad del país excepto en la región de Darfur.

En el centro se encuentra la figura de Al Bashir, al frente del país desde hace 17 años con su Partido del Congreso Nacional (PCN), y sobre quien pesa una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra en la región sudanesa de Darfur supuestamente perpetrados desde 2003. En la campaña, Al Bashir ha conseguido imponerse sobre el resto de los candidatos, primero silenciándoles y después, al presentarse ante el pueblo como salvador y garante del Acuerdo de Paz Integral (CPA), hoja de ruta hacia una ideal “transformación democrática” en el país africano que a día de hoy nadie da por factible.

Junto al presidente se eligen en estos comicios a 450 diputados de la Asamblea Nacional y los gobernadores y diputados de los órganos municipales de Gobierno de los 25 estados del país. Es una votación extremadamente compleja, en la que se requiere que los participantes rellenen de entre a ocho y doce papeletas. La ONU está contribuyendo con las autoridades electorales sudanesas para despejar parte de la carga de trabajo.

Pero la colaboración de Naciones Unidas con la Comisión Electoral Sudanesa pone a la institución internacional en una posición incómoda. El Fiscal Jefe del TPI, Luis Moreno Ocampo, no olvida que el presidente Al Bashir está acusado de orquestar una limpieza étnica contra las poblaciones no árabes de Sudán, particularmente en Darfur donde según estimaciones de la propia ONU más de 300.000 personas han muerto en los últimos siete años por la guerra, el hambre y las enfermedades. Para el letrado argentino, “es como supervisar unos comicios con Hitler”.

Tampoco ayudan las declaraciones formuladas por Al Bashir contra quienes critican la legitimidad de los comicios, a quienes amenazó con “cortarles los dedos y ponérselos bajo los zapatos” antes de advertir que expulsará “más temprano que tarde” a cualquier partido opositor, ONG u observador que sugiriera el retraso de las elecciones, como han llegado a solicitar el ex presidente Carter o la ONG Human Rights Watch, cuya directora para África, Georgette Gagnon, aseguró que “las condiciones en Sudán todavía no son las propicias para organizar unos comicios libres, justos y creíbles”.

La retirada del candidato presidencial del SPLM, Yasir Arman, prácticamente certifica la victoria de Al Bashir, quien a lo largo de las últimas dos semanas ha efectuado una intensa gira por el sur del país, una región con la que ha estado en guerra durante 20 años.

A nivel político, se puede decir que Al Bashir ha conseguido su objetivo. A los ojos de gran parte de los 15,7 millones de sudaneses registrados para esta votación (81% del total de los ciudadanos con derecho a voto), incluida la bombardeada población del sur.

Además, y aún sin tener en cuenta las acusaciones de censura sobre la oposición que pesan sobre él, hay que tener en cuenta que la campaña electoral de Al Bashir ha sido tan agresiva que prácticamente nadie conoce al resto de candidatos.

Etiquetas
stats