España, primer exportador agroecológico de Europa

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La nueva vía de exportación que ha empezado a tomar cuerpo en los encuentros del salón Alimentaria es Latinoamérica. Miguel Ángel Montesinos, administrador de la empresa de productos ecológicos La Finestra sul Cielo, explica desde su expositor de Alimentaria que entrar en los mercados latinoamericanos exige “aliarse con los grandes grupos de distribución”. Su caso es paradigmático: para entrar en Brasil han conseguido vincularse a la gran distribuidora del país, Päo de Açúcar, y en Colombia, con el grupo Éxito.

La facturación en productos ecológicos de la cadena Päo de Açúcar, la mayor de Brasil con 1200 establecimientos, fue de 24 millones de euros. “Solo en 2009 se lograron los objetivos previstos hasta 2012”, detalla Sandra Caires, gerente de compras de orgánico del grupo. La cadena traduce en ventas el consumo creciente de alimentos biológicos en Brasil, especialmente entre el consumidor de clase media y alta. “Cuando se habla de productos ecológicos, lo primero que le pasa al público por la cabeza no es el precio, sino la seguridad alimentaria”. En este sentido Caires confía en marcas españolas como La Finestra sul Cielo para llenar sus lineales. “Es una marca tradicional y esto da una garantía de calidad”, comenta la responsable de compras.

“Las grandes cadenas de Brasil o México están invirtiendo en productos orgánicos porque sus clientes ‘clase A‘ lo exigen cada vez más”, explica Montesinos. La segunda vía para sacar los productos ecológicos al extranjero es la marca blanca. Cuenta Félix Arrasate, fabricante navarro de biscotes bio, que “competir con productos autóctonos cuesta mucho, y a menos que tengas un catálogo muy singular, la entrada más efectiva pasa por la marca blanca”.

Empujados por la capacidad de exportación del producto ecológico y como solución a la crisis económica, muchos emprendedores se han lanzado en 2009 con iniciativas en este campo. En concreto, 752 nuevos proyectos de agricultura ecológica nacieron el año pasado, en lo que supone un aumento del 9,42% de productores en España. Este afán productivo se ha traducido en un incremento cercano al 10% de hectárea cultivada.

La otra cara de la moneda de esta vorágine exportadora en la agroalimentaria es el consumo interior. Las cifras hablan de crecimiento, alrededor del 20% en 2008 en grandes superficies, pero España sigue muy por debajo de los niveles de países educados en la alimentación ecológica. El ránquing de consumo europeo lo encabeza Dinamarca, seguido de Suiza y Austria.

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