El 22 de marzo de 2010
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Las consecuencias del voto de castigo
Tras conocer la amplia victoria de la izquierda en las elecciones regionales, Nicolás Sarkozy se reúne hoy con sus ministros para plantear los cambios políticos necesarios en Francia.
Redacción
El presidente de la República de Francia, Nicolás Sarkozy, ha comenzado esta mañana las consultas con los miembros de su gobierno con vistas a realizar modificaciones en su Ejecutivo. Este apresuramiento se debe a los resultados del escrutinio regional realizado ayer en todo el país, que dio como vencedora a la izquierda en 21 de las 23 regiones participantes.El primero en pasar por el despacho del presidente esta mañana era François Fillon, primer ministro de Sarkozy, cuya permanencia en el gobierno estaba siendo uno de los temas más debatidos. Finalmente, Fillon permanecerá en el gobierno, colaborando codo con codo con el presidente para concretar cuál ha sido el mensaje de los franceses y preparar las futuras reformas, previsiblemente moderadas, según informaba el diario francés Libération. El primer ministro había avanzado ayer que asumiría su “parte de responsabilidad” por la derrota, dejando abierta la posibilidad de su dimisión.
Otra de las cabezas que podría rodar tras el duro golpe asestado a la formación política de Sarkozy es la de Xavier Darcos, ministro de Trabajo, que registró un alarmante resultado como candidato en la región de Aquitania. La duda se cierne ahora sobre si Darcos será capaz de gestionar la reforma de las pensiones frente a la amplia oposición.
Ante estos nuevos acontecimientos, los rotativos franceses anuncian hoy que Nicolás Sarkozy pretende realizar reformas, pero moderadas. Según Le Figaro, se tratará de reajustes técnicos. El Elíseo trata de hacer una lectura del mensaje emitido por los franceses en las urnas. Sin embargo, afirma: “nosotros no hemos entendido dentro de este voto que el pueblo solicite menos reformas”. El gobierno ha matizado que habrá una apertura a las propuestas de la izquierda desde este momento, aunque ello no signifique “el cierre de la derecha”, recogía hoy este diario.
Esta “revisión técnica” de las políticas del UMP no ha sido, sin embargo, vista con buenos ojos por todos los aliados del presidente francés. Christine Boutin, presidenta del Partido Cristiano Demócrata, aliado al UMP, ha afirmado que es necesaria una revisión de gobierno que se ajuste a “la alerta lanzada” por los electores. “No hay que contentarse con un reajuste técnico”, concluía Boutin.
Por ahora, queda esperar a que Sarkozy anuncie sus decisiones después de haberse reunido con los distintos miembros de su gobierno a lo largo de toda esta mañana.
