La posibilidad de diálogo, sigue abierta
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, renovó este sábado su oferta de diálogo y diplomacia con Irán y prometió imponer sanciones contra Teherán para prevenir que se haga con armamento nuclear.
“Estamos trabajando con la comunidad internacional para que el Gobierno iraní sea responsable, porque se niega a asumir sus obligaciones internacionales”, dijo Obama en un vídeo grabado con motivo de la celebración del Noruz -el año nuevo iraní- y que ha sido publicado fragmentadamente por la Casa Blanca.
“Pero nuestra oferta de mantener el contacto diplomático y el diálogo sigue en pie”, añadió. Según el presidente estadounidense, Washington se compromete a lograr un futuro “más esperanzador” para el pueblo iraní, a pesar de las diferencias entre los dos gobiernos.
Irán, que rechaza detener su programa de enriquecimiento de uranio, niega que éste se dedique a construir armamento nuclear, sino que está dirigido a generar electricidad. En su primer año de mandato, Obama celebró el Noruz con un mensaje en el que ofrecía a Irán un “nuevo comienzo” en sus relaciones con Estados Unidos. Sin embargo, Teherán desairó el gesto de Obama y las relaciones empeoraron, especialmente a partir de la forma en la que las autoridades del país persa sofocaron las manifestaciones de la oposición tras las disputadas elecciones del pasado mes de junio.
Obama ha enfatizado que cualquier sanción está dirigida al Gobierno de Irán, no a su pueblo. “Quiero que el pueblo iraní sepa lo que mi país significa. Estados Unidos cree en la dignidad de cada ser humano y en un orden internacional justo”, dijo Obama, que también deseó que los iraníes “puedan ejercer sus derechos, participar de forma plena en la economía y enriquecerse a través de intercambios culturales y educativos más allá de sus fronteras”.
El ofrecimiento de Obama de reestablecer sus relaciones diplomáticas con Irán si el Gobierno demuestra gestos conciliadores, rompe con la política de la anterior administración de perseguir a la República Islámica, que fue incluida por el Ejecutivo de George W. Bush en el llamado “Eje del mal”.
Mientras tanto, Estados Unidos propuso a Reino Unido, Francia y Alemania aprobar nuevas sanciones dirigidas a restringir la actividad de los bancos iraníes, la Guardia Revolucionaria y sus empresas relacionadas. Washington mantiene una pugna con China y Rusia, ambos miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con derecho a veto, para poder aprobar sanciones más agresivas.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, comunicó este viernes a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, su apoyo a una nueva resolución de la ONU sobre sanciones sería posible.
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