Uribe y Chávez, protagonistas de un enfrentamiento en pleno encuentro
La primera jornada de la Cumbre del Grupo de Río que estos días se celebra en Cancún (México) ha tenido dos protagonistas absolutos. El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y homólogo venezolano, Hugo Chávez, mantuvieron un acalorado enfrentamiento verbal durante el almuerzo de los jefes de Estado. Una fuerte discusión plagada de reproches y acusaciones que, según testigos, pudo haber pasado “a otra faceta no verbal” pero no fue a más gracias a la mediación del presidente de Cuba, Raúl Castro.
Según fuentes diplomáticas colombianas citadas por Caracol Radio, el inicio de la discusión se produjo cuando Uribe acusó a Chávez de haber impuesto un “embargo comercial” sobre los productos colombianos, a lo que el mandatario venezolano habría replicado con una acalorada respuesta y con la acusación de que desde Colombia se está planificando su asesinato. En medio de la discusión, el dirigente venezolano amenazó incluso con abandonar la sala. “Sea varón y discuta la cosas de frente”, contestó Uribe.
La discusión subió de tono y según varios asistentes consultados por el periódico La Nación, los mandatarios estuvieron a punto de pasar “a otra faceta no verbal”. El presidente de Cuba, Raúl Castro, se levantó y llamó la atención a ambos, tras lo cual se vivieron momentos de relativa calma.
Horas más tarde, ambos mandatarios se reunieron en otra sala del hotel para tratar lo ocurrido en presencia del presidente de México, Felipe Calderón,
y de su homólogo dominicano, Leonel Fernández.
Al término de esa reunión, en torno a las 19.30 (hora local), Calderón envió un mensaje a los medios en el que aseguraba que Chávez y Uribe habían acordado reconducir sus diferencias a través de un diálogo respetuoso, informó el diario mexicano Milenio. “Se comprometieron a procurar las condiciones que lo hagan posible [el diálogo], con el apoyo de un grupo de países amigos de Venezuela y Colombia que le de seguimiento a este proceso”, aseguró el presidente mexicano.
A pesar de este incidente, la Cumbre se convirtió en un punto de encuentro para los 34 países de América Latina y el Caribe.
En este contexto, el presidente de México instó a los asistentes a la reunión a crear un organismo regional sin la presencia de Estados Unidos y paralelo a la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Es hora de concretar la unidad de latinoamericanos y caribeños, un espacio que consolide y profundice nuestros procesos democráticos y que valide las libertades de todos. Estoy convencido de que trabajando unidos los países de América Latina y el Caribe podremos impulsar un crecimiento económico que nos ayude a revertir la pobreza”, afirmó Calderón en su discurso de inauguración.
Este órgano fusionaría las funciones desarrolladas actualmente por el llamado Grupo de Río y por la Comunidad del Caribe (Caricom)
en un nuevo ente regional que gestionaría todas las funciones diplomáticas del hemisferio en un intento por construir una representación propia y libre de la influencia de Estados Unidos en los grandes foros internacionales.
La iniciativa cuenta con el apoyo de líderes de la izquierda regional como el presidente cubano, Raúl Castro, que ha propuesto en varias ocasiones la disolución de la OEA, organismo del que fue expulsado hace medio siglo, según denuncia, por las presiones de Estados Unidos. En la misma línea se pronunciaron su homólogo boliviano, Evo Morales quien aseguró que la región debe articular “una nueva OEA sin Estados Unidos”, o el mandatario venezolano. “Venimos con mucha fuerza a apoyar la idea de crear una organización de repúblicas, una organización del pueblo, distinta a la Organización de Estados Americanos que ha funcionado siempre bajo la hegemonía de Estados Unidos”, dijo Chávez la noche del domingo al llegar al balneario caribeño de Playa del Carmen de Cancún, donde se celebra la cumbre.
Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró, en declaraciones en su programa de radio semanal, que el nuevo organismo permitiría “discutir los problemas de esos países con más desenvoltura y, al mismo tiempo, descubrir las potencialidades de inversiones mutuas, de trueques comerciales y de integración en las áreas política y cultural”.
La cumbre también servirá para acercar posiciones entre gobiernos que han sufrido desencuentros en el pasado, como es el caso de la reunión Colombia-Ecuador. Según ha informado el ministro de exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, el presidente de su país, Rafael Correa, y Álvaro Uribe se reunirán para restablecer las relaciones diplomáticas.
Los vínculos diplomáticos entre ambos países se rompieron en marzo de 2008 cuando el Ejército colombiano bombardeó un campamento de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano en el que murieron 25 personas, entre ellas el número dos de la guerrilla, Raúl Reyes. El mandatario ecuatoriano calificó la operación de “masacre” y de “atentado contra la soberanía” de su país.
Sin embargo, en los últimos meses los países vecinos han protagonizado un acercamiento que se ha materializado en el regreso de los encargados de negocios a sus respectivas sedes de Bogotá y Quito para avanzar en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales.
Apoyo a Argentina
En cuanto al enfrentamiento que mantiene Argentina con Reino Unido por las islas Malvinas, los 34 países de América Latina y el Caribe aprobaron dos textos para expresar su “solidaridad” y su respaldo a las reivindicaciones argentinas para recuperar la soberanía de las islas.
Felipe Calderón señaló que, fruto de las primeras reuniones, los países del hemisferio sur han decidido manifestar una vez más su apoyo a la demanda argentina de las Islas Malvinas, Sandwuich del sur y Georgias del Sur, bajo soberanía británica desde 1883, a través de un documento conjunto suscrito por todos los mandatarios asistentes a la cita. “En la Declaración de Presidentes donde las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno aquí presentes reafirman su respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte relativa a la cuestión de las Islas Malvinas”, dijo Calderón.
En línea con este texto, los presidentes del Grupo de Río rubricaron también un segundo comunicado en el que expresan su rechazo a la exploración petrolífera emprendida de forma unilateral por varias empresas británicas en las aguas que rodean a las Malvinas, donde se estima que podrían existir importantes reservas hidrocarburíferas, en concreto, cerca de 60 millones de barriles de crudo.
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