Gran Hermano 'El reencuentro': Los colaboradores del Debate analizan la expulsión de Bea 'la legionaria'

Rioja2

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Jordi González utilizó varias armas para dirigir el Debate del pasado domingo. La situación era difícil, las invitadas únicas, y los colaboradores tenían demasiadas cosas de las que hablar. Imma y Bea, las expulsadas el pasado martes, fueron las invitadas de honor, junto a ellas todos querían comentar la expulsión disciplinaria de Bea, 'la legionaria' el pasado viernes de madrugada.

Todo comenzó, como narramos la semana pasada, durante la fiesta de celebración del fin de año chino. La tensión entre Melania y Bea comenzó cuando la primera le pidió que la dejase tranquila porque no tenía ganas de hablar, acusándola al mismo tiempo de hacer teatro y de hablar únicamente a su hijo. Los ánimos se fueron caldeando, y los grados de alcohol en sangre subiendo en los cuerpos de los concursantes.

Mientras Melania permanecía en la habitación, acompañada por un Piero que intentaba consolarla, aislándose del resto de concursantes excepto de Andalla y Amor, sus amigos, Bea despotricaba y se iba calentando sola, llenándose de ira. Según las imágenes mostradas, tras un arrebato de locura transitoria salió disparada con idea de entrar en la habitación de Melania y arremeter con todo el que se movía.

Varios compañeros intentaron frenar este ataque de locura, sujetando a Bea e intentando calmar sus ánimos, sin embargo no consiguieron cerrarle la boca, y 'la legionaria' soltó todo tipo de insultos y amenazas que derivaron en un ataque de nervios entre todos los habitantes de casa.

La organización tomó una decisión: Bea tenía que salir por su propio bien de la casa de Guadalix. Y así, a altas horas de la madrugada, la gatera que sirvió de puerta de atrás para Arturo e Indhira, se abrió para dar rienda suelta a los nervios de 'la legionaria'.

AL SERVICIO DE MELANIA

No me gusta la actitud de Melania. Es un sargento que ordena y todos obedecen. Creo que está en un trato de favor, pues han metido en la casa a dos fieles amigos, además del que hasta hace poco fue su pareja dentro y fuera de la casa. Posicionada en el grupo minoritario tiene toda la libertad para hacer y deshacer a su antojo, apoyada por Amor, cuya misión parece ser consolar a su amiga y no reconciliarse con su compañero.

Durante la tensa situación con Bea, acudió al confesionario para pedir, junto con su inseparable amiga, que o expulsaban a Bea o ellas dos abandonaban. Siendo prácticos, le hubiese salido mejor al concurso animar a las dos amigas a abandonar, puesto que hubiesen recibido 24.000 euros de indemnización. Sin embargo, decidieron que era mejor sacar a una concursante cuya meta era conseguir dinero para su hijo.

Me sorprende todavía más esta decisión organizativa cuando dos días antes, Ainhoa y Melania nuevamente, protagonizaron un duro enfrentamiento que llegó al contacto físico entre las dos concursantes y cuya acción no tuvo repercusiones en su permanencia en la casa. Distintas varas para medir que no tienen ni pies ni cabeza, sobre todo cuando a Arturo lo expulsaron por arrojar bebida a un plato.

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