Gran Hermano 'El reencuentro': Indhira y Arturo tienen los primeros acercamientos debajo del edredón
Nadie podía imaginar que el formar un Gran Hermano con parejas reñidas podía dar tanto de sí. El pasado miércoles juntaron a lo mejorcito de cada casa, duetos que dentro y fuera de la casa de Guadalix han tenido duros enfrentamientos. La intención del programa: que arreglen sus cuentas pendientes. Con representantes de casi todas las ediciones del concurso comenzaba una secuela del reality que iba a dar qué hablar.
fueron la pareja elegida de este último Gran Hermano. Los amantes de Teruel se juntaban en una fría bienvenida en la que el vasco ni siquiera tuvo una mirada para la que fue compañera de sábanas durante gran parte del programa. Pero esa misma noche comenzaron los acercamientos. Tras un duro enfrentamiento, unieron posturas, argumentaron razones y se fundieron en un abrazo del que parece que todavía no se han separado.
La prueba ha unido aún más si cabe a esta extraña pareja. Atados por el tobillo han tenido que ser la sombra del otro durante ocho horas al día. Esto ha propiciado un acercamiento mucho más rápido de lo que hubiésemos pensado. Incluso han sido acusados por sus compañeros de aislarse ellos dos solos. Y es que la pareja feliz ve a los demás como extraños en su casa y prefieren vivir su reencuentro en soledad.
Indhira esta semana lo ha pasado mal. Al parecer, todos sus compañeros han entrado a la casa con una opinión sobre ella y no dejan de lanzarle indirectas. Algunas lindezas de las que se han podido escuchar han sido “tonta”, “no has hecho nada más que follar”, y cosas por el estilo. Arturo, comprensivo, ha intentado mediar entre el grupo y ella y, finalmente, parece que han dado una oportunidad a la malagueña.
Por otro lado, el delfín de Arturo empieza a acusar la soledad y parece que quiere volver a tener encuentros furtivos bajo las sábanas. El de Irún asegura que no se va a volver a enrollar con Indhira, sin embargo no dejan de hacerse arrumacos y según ha confirmado la propia Indhira, “algo de roce ha habido”.
Y es que parece que Arturo e Indhira son la pareja protagonista de esta secuela, mientras los demás son actores secundarios que han metido para acompañar a los amantes. Algo por el estilo se ha escuchado estos días dentro de la casa. Al fin y al cabo, Gran Hermano 11 ha reavivado las ganas de la audiencia de seguir a estos personajes, y no es de extrañar que algo tan cercano como el de Irún y la de Málaga, atraiga más la atención que el resto, que ya pasaron al olvido.
NICKY Y BEA
Con Nicky me pasa un poco como con Gerardo, que no lo soporto. No lo soporté en su edición y ahora se me hace bastante cargante. He de reconocer que el dueto formado con la legionaria hace gracia. Ambos tienen “salidas de bombero” con las que partirse de risa, sin embargo su tono de voz se me hace difícil.
Bea me parece un poco sobreactuada. Sabe que dar caña vende y que fue lo mejor que hizo en su edición, así que vuelve a la carga con ello. Por otro lado, me gusta que sea una madraza, pero estar todo el día repitiendo lo mismo, con las mismas palabras, agota. Aunque, defiendo a ultranza su postura en la discusión que mantuvo con Nicky sobre el trabajo de una madre en una discoteca. Y es que, cuando una madre tiene que sacar sola adelante a su hijo, no importa el trabajo que tenga, lo importante es que ese niño salga adelante.
NICO Y AHINOA
Al que tampoco soporto es al italiano. No recordaba lo crispante que me resultó junto a fresita. Creo que es el que más prejuicios ha tenido con Indhira, y se dedica a sembrar “mierda” en la casa, entre uno y otro. Medio enfrentado con Arturo, creo que intenta hacerse un sitio como macho dominante en la casa.
Ahinoa en su edición me encantó, algo que no está sucediendo en esta. No soy indhirista, sin embargo considero que cada persona tiene más de una oportunidad para demostrar quién es y cómo se comporta, algo que no le han dejado hacer a la malagueña. A Ahinoa la compara un poco con Melania, que en esta edición tampoco me está entusiasmando demasiado...
Respecto a Raquel y Noemí , no tengo mucho que decir. Ni me gustaron ni me disgustaron. Creo que han entrado con demasiados reproches y el volver a sacar la historia del accidente no ha hecho nada más que reavivar una historia que ni ha estado ni estará cerrada nunca.
Raquel y Pepe. Su entrada me encantó. La dulce Raquel se ha convertido en la irónica Raquel, y a modo de bromitas se ha encargado de poner al hilo al que fue su compañero y amigo de edición. Por su parte, Pepe, más “fondón”, según Raquel, que de costumbre y con más de 15 años encima, ha sabido mantener la postura y sacar esa sonrisa en el público con la que siempre se mantuvo en la sala de expulsiones.
Bea “la marquesa” e Inma. Estas dos seguro que protagonizan duelos divertidos y tensos, como ya hicieron en su año. El pobre Pepe tendrá que lidiar con tres mujeres de su edición que no hicieron sino ponerle las cosas muy difíciles entonces. Aunque parece que han entrado en son de paz, auguro que falta poco para que las cosas comiencen a crispar los nervios de los habitantes de Guadalix.
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