Nuevos pasos hacia la paz

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Oriente Próximo vive una nueva etapa al retomar tanto israelíes como palestinos las negociaciones de paz. Por un lado, el gobierno de Israel ha mostrado su intención de incluir en el diálogo a sirios y a palestinos, dos partes importantes del conflicto que lleva décadas castigando a esta región.

En este sentido, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha manifestado su deseo de llegar a una paz con sirios y palestinos a través de las condiciones necesarias que garanticen seguridad a las futuras generaciones de israelíes. “Israel aspira a negociar acuerdos de paz con todos sus vecinos. Lo hemos hecho con Egipto y Jordania, y podemos hacerlo con Siria y con los palestinos”, declaró al principio de la reunión semanal del Consejo de Ministros.

Sin embargo, Netanyahu precisó que deben establecerse “condiciones” seguras para Israel. “Las negociaciones deben tener lugar sin que existan precondiciones que impliquen, por parte de Israel, enormes concesiones antes de tiempo”, según las declaraciones recogidas por el diario israelí Yedioth Aharonoth.

Las “condiciones” señaladas por el primer ministro israelí deben proteger a los ciudadanos de Israel. “El acuerdo debe ir finalmente acompañado por acuerdos de seguridad para que perdure durante generaciones”, indicó Netanyahu.

Por otro lado, la postura del gobierno estadounidense en el ámbito de las negociaciones de paz ha sido duramente criticada por los dos gobiernos palestinos

: el de Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, y el de la Autoridad Nacional Palestina, quien dirige el resto del territorio palestino.

El líder de Hamas en el exilio, Jaled Meshal, acusa al gobierno de Estados Unidos de perjudicar las conversaciones de reconciliación entre las facciones palestinas presionando tanto a Al Fatah como a las autoridades egipcias.

“El enviado para Oriente Próximo de Estados Unidos, George Mitchell, recientemente ha presionado al [presidente de la Autoridad Palestina] Mahmud Abbas y a las autoridades egipcias”, ha asegurado Meshal, en declaraciones al diario ruso Vremya Novostei.

Según Meshal, el gobierno de Barack Obama intenta convencer a Abbas de que si se reconcilia con Hamas “dejará de asistir a la Autoridad Palestina”.

A su juicio, una de las principales razones por las que las conversaciones se han estancado es por la elaboración de un texto de reconciliación mediado por Egipto que no contaba con el visto bueno de Hamas. “Existen algunos puntos en el texto que fueron redactados sin nuestro acuerdo o de los que quedamos excluidos”, lamentó, en relación a un documento propuesto desde El Cairo en septiembre del año pasado.

Sin embargo, las críticas al gobierno Obama por parte de la Autoridad Nacional Palestina se refieren a otros aspectos de la política estadounidense. Mahmud Abbas ha arremetido contra el presidente de Estados Unidos por retirar la exigencia planteada a Israel al principio de su mandato para que paralizara la construcción en los asentamientos judíos de Cisjordania, incluidos los de Jerusalem Este, y aseguró que esta medida ha dañado el proceso de paz.

En una entrevista a la revista alemana Der Spiegel, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina aseguró que él, en cambio, no cambiará su postura al respecto y que los palestinos esperan que Obama logre persuadir a Israel para que anuncie una paralización completa de la construcción de asentamientos.

Además, Abbas explicó que el optimismo que tenía cuando llegó Obama a la Casa Blanca se ha desvanecido a raíz de la política real que luego ha aplicado.

Investigaciones

En cuanto a las investigaciones por presuntos crímenes de guerra cometidos tanto por el gobierno de Israel como por Hamas

durante los enfrentamientos de diciembre de 2008 y enero de 2009 en la Franja de Gaza, parece que no acaban de aclarar las responsabilidades de ambas partes.

De esta manera, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, no ha podido determinar si Israel y Hamas han efectuado investigaciones creíbles e independientes sobre los crímenes de, la denominada por el gobierno israelí, 'operación plomo fundido'.

Ban Ki-moon ha señalado que ambas partes realizan investigaciones que todavía no han concluido y ha explicado que los israelíes indagaron 150 incidentes, 36 de los cuales fueron enviados a la instancia penal, y recogió los testimonios y quejas de unos 100 palestinos.

Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina estableció una comisión a fines de enero a la que le tomará tres meses emitir sus conclusiones.

La Asamblea General aprobó hace tres meses el informe de un panel de expertos encabezado por el juez sudafricano Richard Goldstone. Ese panel atribuyó a israelíes y palestinos la comisión de crímenes de guerra durante la acción en Gaza. Aconsejó que las partes efectuaran pesquisas independientes y de lo contrario, que se enviara el caso al Tribunal Penal Internacional.

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