Disparos entre las dos Coreas
La alarma ha saltado a primera hora de hoy en la frontera entre las dos Coreas. Ambos países han intercambiado disparos cerca de su frontera común en el mar Amarillo, después de que el gobierno de Pyongyang lanzase varios proyectiles de artillería en la zona septentrional de la Línea Límitrofe Norte (NLL) que separa los territorios de los dos países vecinos.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur ha informado de que los disparos perpetrados por el régimen de Kim Jong Il se produjeron en torno a las 9:05 hora local
(1:05 hora peninsular en España). Una fuente anónima de la presidencia añadió que, en respuesta, fuerzas surcoreanas dispararon varios cañones Vulcan, que cuentan con un alcance de entre tres y cuatro kilómetros.
El incidente no dejó heridos en ninguna de las dos partes implicadas, que habrían disparado en todo momento al aire, según otra fuente del gobierno surcoreano consultada por Yonhap. “Estamos en máxima alerta militar”, afirmó el portavoz del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, Park Sung Woo.
Fuentes de Defensa en Seúl informaron de que Corea del Norte lanzó unos 30 proyectiles con capacidad para alcanzar objetivos situados entre 12 y 27 kilómetros de distancia. Este alcance significa que podrían impactar en islas surcoreanas donde existen bases navales y de la Marina, según informó la agencia Yonhap.
Este intercambio de disparos llega un día después de que Pyongyang prohibiese la navegación en una zona cercana a su costa oeste, lo que hacía temer un inminente lanzamiento de misiles.
Además, llega a menos de tres meses después de que los dos países asiáticos mantuviesen su primer enfrentamiento naval de los últimos siete años en esta zona.
El suceso se inició después de que un barco norcoreano cruzase el controvertido límite que separa a las dos Coreas en el mar Amarillo.
Por su parte, las autoridades de Corea del Norte han advertido de que seguirán con estos lanzamientos, enmarcadas dentro de sus simulacros militares anuales.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur se comunicó hoy con Pyongyang para pedirle que cancele esta declaración y calificó de “grave provocación” las últimas acciones registradas en el mar Amarillo. Seúl entiende que este tipo de sucesos podría dañar la tregua en la que viven los dos países vecinos tras la guerra concluida en 1953. Pidió al gobierno comunista que cese de inmediato cualquier provocación.
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