Italia se excusa por los ataques a extranjeros

Giorgio Napolitano, Presidente de la República de Italia quiere defender los “valores como la legalidad y la solidaridad” y por ello estará en la región de Calabria el 21 de enero.

Con esta visita, el Presidente quiere cambiar la imagen xenófoba de la república que se ha transmitido en las últimas semanas, generada fundamentalmente por los disturbios en la ciudad de Rosarno – Calabria-, en donde más de 50 inmigrantes resultaron heridos.

Como consecuencia de estos ataques, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha pedido a las autoridades italianas que tomen medidas urgentes para frenar este tipo de actos. Jorge Bustamante y Githu Muigai, expertos de la ONU en derechos humanos, aseguran que los hechos ocurridos en Rosarno son preocupantes y que revelan el profundo racismo que existe hacia la población extranjera. Bustamante y Muigai destacan que “Italia debe combatir el racismo más que nunca y denunciar los discursos que promuevan el odio, así como juzgar los actos violentos contra los inmigrantes”.

Desde un primer momento, las reacciones a los ataques de Rosarno han sido bastante escuetas. Todavía, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi no se ha pronunciado al respecto.

Según las investigaciones realizadas por las fuerzas de seguridad italianas, es más que probable que la ´Ndrangheta (mafia que opera en el sur del país, sobre todo traficando con inmigrantes para trabajar en la agricultura) , podría ser la responsable de los disturbios. El ministerio del interior , Roberto Maroni, asegura que los ataques pudieron ser provocados para distraer la atención de las fuerzas de seguridad.

Aún así, Maroni aseguraba que “es necesario que el Gobierno, las instituciones locales y los empresarios aborden juntos el problema”. Sin embargo, como medida de prevención, el gobierno ha decidido trasladar a más de 1.100 inmigrantes que se encontraban en la zona a centros de acogida, en donde permanecerán recluidos hasta demostrar que cuentan con un permiso temporal.

Esta ha sido la proclama principal del gobierno italiano, para defenderse de las acusaciones que ha recibido desde distintos frentes, en donde se tachaba al país de xenófobo. Sin embargo, 42.595 inmigrantes han sido repatriados durante el año 2008. Además, hace unas semanas el gobierno italiano ha aprobado una nueva medida, por la que los niños extranjeros no podrán representar el 30% de los alumnos en los colegios. Según la ministra de Educación, Mariastella Gelmini: “Nuestras escuelas están preparadas para aceptar a todas las culturas y niños del mundo. Al mismo tiempo, las escuelas italianas deben mantener sus propias tradiciones con orgullo y enseñar la cultura de nuestro país”.

Reacciones Internacionales

A parte del llamamiento de la ONU, son varias las reacciones que se han dado tras conocer los ataques.

La primera, y única postura firme que se ha dado desde un estado, es la de Egipto. Pide al gobierno italiano que tome las medidas necesarias para proteger a las minorías inmigrantes. El país africano denuncia el aumento del racismo en general que se está viviendo en Italia, asegurando que los extranjeros están sufren una campaña de agresión y violencia.

Médicos sin Fronteras ha lanzado un llamamiento a la situación de explotación y olvido que viven los inmigrantes que trabajan en la agricultura en el sur de Italia. La ONG lleva denunciando la situación desde 2003, año en que comenzó a desarrollar su labor humanitaria en la zona. “Ya va siendo hora de que las autoridades italianas tomen medidas para mejorar las condiciones de estos trabajadores y asimismo respeten su dignidad y mejoren su acceso a la atención sanitaria”, explica Loris de Filippi, coordinador de operaciones de Médicos Sin Fronteras. Asegura que los temporeros en esta región están sujetos a condiciones de vida extremas: “suelen vivir en casas y fábricas abandonadas, expuestos a la lluvia y el frío”.

Por otro lado, Amnistía Internacional hace público en su informe de 2008 el creciente racismo que se esta viviendo en Italia. En dicho informe recoge: “tanto el comisario de derechos humanos de la Unión Europea como el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial comentaron que las declaraciones racistas de los políticos y la adopción de legislación específica para las personas migrantes contribuía a crear un ambiente hostil hacia las personas de nacionalidad extranjera.”

La ONG Human Rights Watch , denuncia en su informe de septiembre de 2009 la mala gestión y el pésimo trato que reciben los inmigrantes en Italia. “La situación de irregular en Italia es ahora un delito que acarrea hasta cuatro años de prisión y constituye un factor agravante para otros delitos que aumenta las condenas correspondientes.”

Algo menos habitual, es el posicionamiento del Vaticano. Esta vez, Benedicto XVI se ha colocado del lado de los inmigrantes, a los que considera “víctimas de la violencia y de los abusos laborares”. El máximo representante de la Iglesia, declara también que “un inmigrante es un ser humano, diferente por su procedencia, cultura y tradiciones, pero es una persona que hay que respetar y con derechos y deberes”.