El Real Madrid da un paso atrás en San Mamés

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El Real Madrid cosechó su tercera derrota del presente curso tras caer en su visita al Athletic de Bilbao por 1-0 merced a un tempranero gol de Fernando Llorente, que otorga una nueva oportunidad al Barcelona de alargar su ventaja al frente de la clasificación y confirmar su favoritismo al título de Liga.

El conjunto madridista no perdía en Liga desde el 'clásico' del pasado mes de diciembre y ofreció un nuevo aval a su eterno rival, que ofrece menos dudas y más contundencia a pesar de su último traspié. Los blancos, fríos en la primera mitad, reaccionaron en la segunda. Para ese momento, Gorka Iraizoz hizo el partido de su vida. Cristiano Ronaldo puede dar buena cuenta de ello.

En el primer acto, el Real Madrid estrechó los caminos para buscar el gol. La ausencia de Gonzalo Higuaín dejó claro que los espacios que provoca el argentino no son por casualidad, además de evidenciar le negación del francés Karim Benzema, que se chocó con el poste en la ocasión más clara que dispuso a los 34 minutos.

El Athletic salió a morder como mandaban los cánones en un partido de postín cada vez que los merengues rinden visita a la Catedral. Tanta agresividad pusieron los de Joaquín Caparrós que a los dos minutos ya se habían adelantado en el marcador con un testarazo de su mejor jugador, el internacional Fernando Llorente.

El espigado ariete rubio hizo bueno el córner botado por Yeste --otro de los que se describen por su clase-- y permitió el 1-0 cuando apenas se habían visto los recursos del conjunto de Manuel Pellegrini sobre el verde de San Mamés. Antes del gol, el Athletic había dado dos palos.

Toda una declaración de intenciones de los vascos, que se fueron diluyendo a medida que avanzó la primera mitad. Fue entonces cuando Xabi Alonso ejerció de líder y aplastó la figura de Lass, algo desorientado en la construcción. El tolosarra aportó sencillez en la medular, más que suficiente para ofrecer algo distinto a la individualidad errónea de Kaká. El brasileño no termina de arrancar y piensa equivocadamente en las decisiones colectivas. Esto lo aprovechó el Athletic haciendo daño en las pérdidas blancas en ambos costados, donde Javi Martínez y Gaizka Toquero --garra y corazón-- buscaron protagonismo.

DEFENSA ROJIBLANCA A ULTRANZA

En los segundos 45 minutos, el Athletic adoptó una única postura y fue la de resguardarse sobre la meta de Iraizoz, que estuvo soberbio. El conjunto merengue fue inevitablemente mejor --simplemente por el hecho tener el balón-- y encontró una maraña de piernas en cualquiera de sus innumerables disparos lejanos.

En esa función destacó Cristiano, peligroso dentro de su estado apagado, pero siempre se topó con la pegajosa defensa local, matrícula 'cum laude' en estas lides. Tampoco iluminó el camino Esteban Granero, que contó con apenas 20 minutos, ni siquiera el voluntarioso Raúl González.

El eterno capitán volvió a enfundarse la elástica tras su vacío ante el Mallorca y dejó algún detalle que incluso pudo convertirse en gol. Pero ni unos ni otros dieron con la tecla en un partido raro, que recordó al Madrid más insípido de comienzos de temporada, incapaz de interpretar los partidos en relación al rival que tiene delante.

OSASUNA - ESPANYOL

En un arranque explosivo de partido, Osasuna derrotó al Espanyol al marcar dos goles en los nueve primeros minutos, tras los centros de Javier Camuñas, uno de los más destacados del choque, aprovechados por los ex periquitos Juanfran Torres y el uruguayo Walter Pandiani (2-0).

Los 'rojillos', con buen juego y liderados por Camuñas desperdiciaron otras dos claras ocasiones de Aranda en la primera parte, bien sacadas por Álvarez, reclamaron dos penaltis por manos y lanzaron 9 saques de esquina en el primer periodo. El conjunto barcelonés, al que se le anuló un gol por claro fuera de juego, se vio apabullado por los locales y sólo respiró en un par de remates de Sahar e Iván Alonso.

Los visitantes se marcharon al descanso con ciertas esperanzas de remontada tras la expulsión del osasunista Rúper en el minuto 41, pero la doble amarilla de Roncaglia nada más empezar la segunda parte (m.49) igualó el número de efectivos en ambos equipos.

El diez para diez tuvo como dominador al Espanyol, el que más tenía que arriesgar, ante un Osasuna que se replegó en su campo para defender la ventaja en el marcador, al tiempo que Pochettino intentó cambiar el signo del partido con la entrada en el campo de Nakamura, Coro y Osvaldo. Sin embargo, el cuadro catalán no dio sensación de poder remontar y sólo inquietó a Ricardo en dos ocasiones de Osvaldo y Márquez, al tiempo que Osasuna no buscó apenas el campo contrario en esta segunda mitad.

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