Los militares intentan evitar la orden de detención

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Será difícil que los partidarios de Zelaya y el resto de Honduras puedan ver a los responsables militares del golpe de Estado, que acabó con la presidencia de Manuel Zelaya, ante la Justicia. A pesar de que el Fiscal General del país, Luis Alberto Rubí, ha solicitado a la Corte Suprema de Justicia la detención y el procesamiento de la cúpula militar hondureña, los implicados parecen querer evitar esta detención.

Así, al menos, lo ha expresado uno de los abogados encargados de defender a la Junta de Comandantes de Honduras, Dagoberto Mejía, quien ha confirmado su intención de evitar la orden de detención solicitada contra sus defendidos.

Los altos mandos del Ejército hondureño implicados están acusados de haber cometido los delitos de abuso de la autoridad y expatriación ilegal durante el golpe de Estado del pasado 28 de junio contra el depuesto presidente Manuel Zelaya, quien fue sacado del país a punta de pistola y enviado en un avión a Costa Rica.

Mejía, ex director de fiscales del Ministerio Público, ha sido designado por el Ejército para defender a la cúpula militar. Alrededor de las 11.00 horas de ayer se presentó como apoderado legal de los acusados para expresar su intención de evitar que se ejecute la solicitud de captura solicitada por el Ministerio Público. “En aras del derecho de defensa, previo a cualquier resolución del tribunal o que el juez deba emitir, estamos haciendo o dejando de manera expresa la voluntad que tienen ellos [los comandantes] de someterse el día y la hora que el juez natural que designe la honorable Corte Suprema de Justicia”, precisó en declaraciones a la emisora Radio América.

Durante la mañana del pasado jueves, el pleno de la Corte Suprema de Justicia se reunió para conocer y estudiar el requerimiento interpuesto por la Fiscalía hondureña. El presidente de este organismo, Jorge Rivera Álvarez, ha sido designado por los demás magistrados como encargado del caso.

Por su parte, Manuel Zelaya considera todo este requerimiento una simple “estratagema” que pretende lograr la impunidad de los militares y no tiene esperanzas en el proceso. El depuesto presidente de Honduras ha responsabilizado al Fiscal General del golpe de Estado del pasado 28 de junio y le acusó de tramar una estrategia para exculpar de dicha acción a la cúpula militar hondureña.

“Hoy, utilizando un truco, una nueva estratagema, el fiscal del Estado, que tiene igual o más responsabilidad que los propios militares, presenta acusaciones de compadre hablado para lograr la impunidad de los militares al acusarlos de delitos menores, abuso de autoridad y no por los delitos graves que han cometido”, indicó el mandatario derrocado en un comunicado.

El mandatario depuesto considera que esta acusación no es suficiente

ya que, en su opinión, pretende juzgar por delitos menores a los militares implicados en el golpe. Según Zelaya, los uniformados incurrieron también en delitos de traición a la patria, asesinato, violación a los derechos humanos y torturas al pueblo hondureño. “Está claro que lo que realiza [Rubí] son los actos preparatorios para lograr la impunidad de los militares y evadir el castigo a los demás autores materiales e intelectuales del golpe de Estado militar”, afirma Zelaya en el comunicado.

Por otro lado, el presidente depuesto insta a los hondureños y a la comunidad internacional a “no caer en el engaño de avalar la impunidad a través de este fraude procesal, preparado por las mismas personas e instituciones que rompieron el orden democrático y hoy pretenden lavarse las manos como Poncio Pilatos”.

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