Jordania niega al agente doble

La confusión sobre el ataque suicida que el pasado 30 de diciembre sufrió la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) en Afganistán sigue estando presente una semana después. Las primeras informaciones que apuntaban a los talibán como responsables de la muerte de siete agentes de la CIA en la base de la provincia afgana de Jost ha ido perdiendo veracidad con la llegada de nuevas versiones. La posibilidad de que el suicida fuese un miliciano talibán desaparecía con las informaciones de la cadena de televisión estadounidense NBC. Dicha cadena aseguraba que el atacante era un doble agente de nacionalidad jordana que proporcionaba información sobre Al Qaeda a los servicios secretos de EEUU.

Ante esta noticia, el gobierno de Jordania, según Al Jazeera, ha desmentido que se tratase de un agente doble y ha asegurado que el suicida era un informante de los servicios de inteligencia estadounidenses.

Al Jazeera identificó al suicida como Hamam Jalil Al Balawi, un ciudadano jordano que “se había ofrecido como informante” y “había ofrecido peligrosa e importante información que las autoridades habían decidido considerar seriamente”, señalaron las fuentes del gobierno jordano.

La cadena considera que se trata de una forma indirecta de desmentir que Al Balawi hubiese sido reclutado por las autoridades jordanas o la CIA, sino que se le había considerado como “una fuente fiable que fue admitida en la base sin ser sometida a inspección alguna”.

“Tan solo ofreció información a las autoridades jordanas que los servicios secretos consideraron que debía ser tomada seriamente en consideración”, afirmó el corresponsal de la cadena desde Aman. Consultada por Al Jazeera, la madre de Al Balawi indicó que desconocía el paradero de su hijo desde hacía diez meses y añadió que “nunca había sido un extremista”.

Según fuentes de inteligencia citadas por los medios estadounidenses, debido a sus conexiones con Al Qaeda, Al Balawi fue reclutado por la inteligencia jordana para seguir la pista del número dos de la red terrorista, Ayman Al Zawahiri. Previamente había sido encarcelado en Jordania y posteriormente puesto en libertad por falta de pruebas que lo incriminaran.

Ante las diversas informaciones y la falta de una confirmación oficial por parte de la CIA, uno de los mayores crímenes cometidos contra la Inteligencia de Estados Unidos sigue sin ser aclarado.