Facilidades para los trabajadores mayores de 50 años

La Confederación Española de Organizaciones de Mayores [CEOMA] ha pedido a administraciones y empresas planes y programas de formación “específicos” para que las personas que superen los 50 años tengan más facilidad a la hora de encontrar o mantener su empleo, preparando al trabajador para asumir nuevos roles “más adecuados” a su experiencia y capacidades a medida que envejece, evitando que tengan la necesidad de despedirle o prejubilarle.

En este sentido, con el estudio 'El trabajo más allá de los 50', la organización pone de manifiesto las demandas y necesidades de un sector de la población que presenta una “menor tasa de actividad”, puesto que tienen “grandes dificultades” de reincorporarse al mercado laboral una vez que quedan en el paro, “lo que les expone a prejubilaciones voluntarias o forzosas”.

La investigación, que se basa en una muestra de 15 agencias de empleo y de gestión de recursos humanos y en los conocimientos de 61 expertos relativos al trabajo y la jubilación, refleja que la “principal ventaja” de estas personas es su “mayor experiencia”, mientras que las desventajas más reseñables son su “alto coste salarial” y su “resistencia al cambio”.

De la encuesta se desprende que, tanto la empresa privada como las administraciones públicas, mantienen una imagen “mayoritariamente negativa” acerca de los profesionales de más de 50 años. Además, los datos recabados advierten de que la sociedad española no será capaz de mantener el actual sistema de cobro de pensiones completas “si los trabajadores se incorporan al mercado laboral tarde y salen pronto”.

No obstante, sugieren que el método “más eficaz” para que las personas de esta edad encuentren un puesto adecuado es “acudir a las relaciones sociales o bien confiar en sus conocimientos y habilidades laborales”. Asimismo, apunta que para que no sean separados de la actividad laboral, las compañías deberían adaptar sus horarios, cambiarles de responsabilidad y prepararles adecuadamente.

Para la confederación, esta parcela de trabajadores constituye un colectivo “marginado socialmente”, pues, según denuncia, en sociedades capitalistas la carencia de ocupación significa carencia de las recompensas más importantes que ofrece el Estado como ingresos, prestigio y poder. A juicio del grupo, “esta escasez se ve mitigada muy parcialmente por los subsidios de paro”.

Por todo ello, recomienda la difusión de campañas informativas que prevengan a las personas mayores de la “inactividad”, advirtiéndoles de las consecuencias negativas que pueden producirse, especialmente relativas a los efectos sobre la salud física y mental o la esperanza de vida, “ya verificadas por numerosas investigaciones científicas”.

Finalmente, propone elaborar campañas de comunicación “resaltando la importancia de que las personas con experiencia sigan trabajando”, por su aportación a las empresas y administraciones, su contribución a la Seguridad Social, el pago de impuestos y el ahorro que suponen al Estado si no demandan pensiones de jubilación. También pide que se pongan en marcha incentivos que prolonguen la vida activa más allá de los 65 años.