Industria musical: reinventarse o morir

Rioja2

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El desarrollo de la música en el mundo digital es uno de los temas clave de este año en FICOD 2009, el Foro Internacional de Contenidos Digitales, que se está celebrando del 17 al 19 de noviembre en Madrid. Se trata de la tercera edición internacional de este foro, al que asisten los más destacados profesionales de la industria hispanoamericana de los contenidos digitales. El foro está promovido por la Secretaria de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y este año cuenta con Estados Unidos como país invitado.

FICOD 2009 acogió ayer el martes 17 de noviembre la mesa redonda Industria… ¿discográfica?, en la que se puso de manifiesto que el negocio de la industria discográfica es el que ha sufrido mayores cambios con el desarrollo de Internet. Su negocio tradicional de venta de discos, que les ha permitido durante muchos años disfrutar de grandes rentabilidades, se reduce año tras año. En 2008, el mercado español tradicional cayó un 13% frente a 2007, mientras que la distribución online de música ha desarrollado modelos de negocio más innovadores (como Spotify con atunes y Yes.fm), llegando a suponer la distribución online un 21% de los ingresos del mercado discográfico. Este sector facturaba cerca de 450 millones de euros en 2003, mientras que en 2008 cerró el ejercicio en 280 millones. Las principales causas residen en la piratería y la migración del soporte tradicional al digital.

En esta mesa debate -donde ya se reconoció desde su inicio la práctica imposibilidad de llegar a un solo punto de encuentro entre todos sus participantes- reunió, entre otros, a los responsables de las principales discográficas multinacionales, como Nerea Igualador, de Warner Music Spain, Alejandro Suarez, socio fundador de Yes.Fm y Ocio Networks, Antonio Guisasola, presidente de Promusicae y Lutz Emmeritch, responsable del desarrollo de Spotify en España.

Una nueva forma de escuchar música

La industria de la música, un nuevo término al que nos tenemos que acostumbrar según todos los participantes, está muy viva, es la industria discográfica tal y como la hemos conocido en el pasado la que tiene que evolucionar para seguir el paso que le exige el que ha sido hasta ahora su cliente. El consumo de música online aumenta año tras año, lo que ha provocado caídas de un 46% en las ventas de la industria discográfica tradicional en los últimos años. Lo que ha cambiado es la forma de consumir este producto, el cliente quiere poder oír su música preferida en casa y en la oficina, pero también en el metro o en la biblioteca y esto trae implícito el cambio de una industria en todas sus fases: creación, producción, distribución y ventas.

En este sentido, hay que señalar que no existen muchas empresas legales en el sector de la música en Internet. Por eso, Alejandro Suárez ha declarado que se necesita un apoyo por parte de las instituciones.

Desde Promusicae, reconocen que ya no se sienten discográfica, solo una industria de música grabada y en la que el formato no importa. Para Antonio Guisasola, “su mayor valor es encontrar talentos, darlos a conocer, dirigir carreras, hacerlos grandes y distribuirla entre los múltiples formatos disponibles”.

La piratería versus la oferta de música legal

La piratería sobrevoló la mesa redonda, al igual que la importancia de la oferta de la música legal gratuita y el conocimiento por parte del usuario, tal y como ha explicado Nerea Igualador, representante de Warner. “Existe una oferta legal, gratuita y de pago, donde el usuario no tiene por qué acudir a la piratería, un mercado donde el consumidor sale beneficiado, con opciones muy económicas, una oferta que existe gracias a Yes.fm o Spotify”

Para Alejandro Suarez, “la pasión por la música es el aglutinante entre las majors y los nuevos canales de distribución, es contenido premium para el usuario. La industria fonográfica tiene un grave problema, pues ha pasado en pocos años de facturar 450 millones de euros a poco más de 200 millones en este 2009, algo que viene producido por la necesidad de renovar un soporte, el CD. Por tanto, la apuesta de la industria tradicional discográfica por el formato digital será decisiva para poder salir de su actual crisis”. Según Alejandro Suarez, “el usuario demanda el acceso a un contenido premium de calidad en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier tipo de dispositivo. Hoy llevamos la música en el iPhone mediante aplicaciones app, pero en menos de 2 años podremos seleccionar cualquier canción, entre toda la oferta disponible en España, por ejemplo en el navegador de nuestro coche. Esto es algo que ha entendido el consumidor, pero la industria aún no”.

En cuanto a la piratería, ha comentado que es un problema, pero “en vez de criminalizar a sus propios clientes y pedir más apoyo de la Administración o que asuman un canon las operadoras por las cuotas de ADSL, la industria debería también ver qué fallos ha cometido estos años y valorar por qué hemos llegado a esta situación en todo el mundo, pero con una mayor incidencia en España”.

“La agresividad contra el usuario final que muestran los garantes de los derechos, como la SGAE, ha convertido las descargas y la piratería en algo socialmente bien visto. Es una muestra inteligente de rebeldía social contra quien, en ocasiones de forma desmedida y poco afortunada, intenta garantizar unos derechos por otra parte lícitos”.

Pala Alejandro Suarez, los canales de comercialización digital, como Yes.fm o Spotify, se encuentran a menudo proponiendo vías alternativas y soluciones a la industria discográfica, pero sienten que es un gran hándicap “que la distribución de la música en un país como España, donde con solo cuarenta millones de habitantes hay un gran consumo de música, se encuentre en manos de muy pocas compañías, lo que impide la creación de un sector de distribución musical que pueda responder a las demandas actuales”.

La generación perdida

Alejandro Suárez ha declarado que “la edad es importante en la industria musical en Internet. Hay una generación perdida que no va a pagar por descargar música. La música hoy en día tiene poco valor por parte del usuario. Los usuarios a partir de 30 años son lo que pagarían por los contenidos musicales”.

Para Nerea Igualador, “el 80% de la población entre 16 y 24 años se descarga música ilegalmente, el problema es la piratería y la industria discográfica se reinventa constantemente para luchar contra ella”. Según Antonio Guisasola, “el Gobierno y los reguladores son uno de los principales actores en esta nueva forma de entender la industria musical, que sigue echando en falta las medidas tantas veces prometidas y que se persiga al que hace negocio con el esfuerzo ajeno”.

Por otro lado, Alejandro Suárez ha explicado que “esta generación no comprende que la música tenga un coste, que empresas como Yes.fm tengan que pagar a las majors y a la SGAE para que los usuarios puedan disfrutar en su ordenador de su música preferida. Desde un punto de vista social, en un país como España, donde se consume tal volumen de música, la industria musical debería de tener un mayor valor cultural”.

Una música 2.0

Para Alejandro Suarez, “estamos viviendo una época donde el usuario decide en cada momento qué es lo que quiere escuchar, ya no hay un poder de prescripción desde las emisoras tradicionales o digitales. Artistas consagrados como Alejandro Sanz y números uno en ventas ven como sus nuevos lanzamientos son adelantados por artistas o grupos independientes que sí han sabido conectar claramente con su público en los nuevos canales de comunicación. Esto está creando un problema de promoción, ya no es tan sencillo lanzar a un artista, ya no tienes garantizado el retorno de la inversión, el poder está en manos del usuario, que se crea su propia radio 2.0 a partir de sus preferencias musicales reales y no las impuestas por la industria discográfica”.

Alejandro Suárez también ha destacado que “con la llegada de la web 2.0, el usuario tiene el poder total y decide qué quiere escuchar. En el caso de Yes.fm, el usuario crea su playlist con las canciones que ha seleccionado”.

La calidad del servicio, a medida del oyente

Para Lutz Emmeritch, “la edad del oyente marca claramente la diferencia entre la calidad del audio y el tipo de música que demanda. Lo que hacen empresas como Spotify, conscientes del servicio que deben dar al usuario, es adaptarse a la demanda, permitiendo, según diferentes tarifas, acceder a una música de calidad equiparable a la de un CD”.

Yes.fm

Yes.fm es el primer servicio de música online en streaming que permite escuchar más de 2,5 millones de canciones procedentes del repertorio histórico y actual de las cuatro grandes discográficas (Universal, Warner Music, SonyBmg y EMI) y de múltiples sellos independientes. Hay que destacar que en España sólo hay otra empresa que dispone de este tipo de licencias.

Yes.fm es una red social musical a la medida de sus usuarios, con la que se puede crear y compartir playlists, escuchar las de los demás, acceder a las mejores selecciones hechas por especialistas, disponer de un espacio personal y relacionarse con otros usuarios de gustos afines. Así, Yes.fm se inscribe como alternativa para llegar a toda la música de forma directa y sencilla. El reparto de los ingresos con los artistas y los productores fonográficos asegura tanto el apoyo de la industria musical como la viabilidad económica del proyecto. La música estaba pidiendo un cambio, Yes.fm lo aporta.

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