Naciones Unidas se replantea su seguridad en Afganistán

Tras los atentados de la semana pasada contra una casa de huéspedes de Naciones Unidas en Kabul, la seguridad de sus trabajadores se ha convertido en una prioridad para el organismo internacional. Es por este motivo que la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) ha implementado nuevas medidas para mejorar la seguridad de todo el personal de la ONU en ese país.

La portavoz en Nueva York del organismo internacional, Michele Montas, ha explicado que los funcionarios de la UNAMA han celebrado varias reuniones con las autoridades afganas para solicitarles más fuerzas de seguridad para proteger las instalaciones y a los empleados de Naciones Unidas.

Según Montas, el propio secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha solicitado estas medidas al presidente Hamid Karzai, durante su visita del pasado lunes a Afganistán.

Pero eso no es todo. Por un lado, Naciones Unidas reubicará a parte del personal en casas de huéspedes más seguras. Montas ha declarado que los 93 hostales de la ONU en Kabul se encuentran bajo vigilancia desde el ataque a uno de ellos el pasado 28 de octubre, que dejó muertos a cinco trabajadores de Naciones Unidas y heridos a nueve más.

La portavoz ha señalado que este incremento en la seguridad no sólo se producirá en la capital del país, Kabul, sino que también otras localidades afganas contarán con estos dispositivos.

Por otro lado, la organización internacional ha evacuado a una parte de su personal que no tienen una tarea inmediata en Afganistán, como los trabajadores que se encontraban allí para asistir en la organización de las elecciones.

En total podrían ser 900 los empleados reubicados y evacuados por motivos de seguridad.

Según informaron fuentes de Naciones Unidas en la capital afgana, el organismo va a reducir la cifra de trabajadores en el país centroasiático de 1.300 a 400, “con efecto inmediato” y será el organismo internacional quien determinará el personal que será necesario para seguir adelante con los programas en el país. “Volveremos a traer a los funcionarios de vuelta tan pronto como nos lo permita la situación”, declaró la fuente.

El portavoz de Naciones Unidas Aleem Siddique ha indicado que la mitad de la plantilla que trabajan en Afganistán, es decir unos 600 empleados internacionales, serán trasladados a las zonas menos peligrosas de Afganistán, debido a la guerra que se está librando contra la violencia talibán y de los milicianos extremistas.