Asalto a Naciones Unidas

Las próximas elecciones en Afganistán, fechadas para el próximo 7 de noviembre, se van a celebrar en un clima de autentico caos e inseguridad. La vuelta a las urnas de los candidatos ha despertado la furia de los grupos talibanes que no dan tregua a la población afgana. Su última actuación ha sido un asalto de la casa de huéspedes de Naciones Unidas en Kabul, donde al menos 13 personas han perdido la vida.

El portavoz de la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA), Aleem Siddiqui, ha señalado que entre las víctimas se encontraban seis funcionarios internacionales y varios más resultaron heridos. Por su parte, la cadena Tolo TV ha precisado poco antes que cuatro de ellos eran nepalíes, y los otros dos, afganos, aunque la UNAMA todavía no ha dado detalles de las nacionalidades.

Un grupo taliban, formado por cinco personas, asaltó el edificio de Naciones Unidas

a las 7 de la mañana según el horario local (02.30 GMT), causando una primera explosión. De acuerdo con la versión policial, el grupo armado logró penetrar en la residencia, tras lo cual comenzó un tiroteo con las fuerzas de seguridad.

Según el jefe del Departamento de Investigación Criminal, Abdul Ghafar Saidzada, en el asalto y posterior enfrentamiento perdieron la vida también dos policías, un miembro del servicio de inteligencia, un civil y tres insurgentes.

La Policía logró detener a dos de los agresores, de acuerdo con el portavoz del Ministerio de Interior, Zemarai Bashary.

Los talibanes ya han reivindicado el ataque por boca de su portavoz Zabiulah Muyahid, quien aseguró a la agencia Efe por teléfono que sus hombres entraron en la residencia equipados con chalecos cargados de explosivos.

Poco después de este primer ataque, la capital afgana vivió nuevas explosiones en el hotel de lujo Serena donde dos cohetes impactaron contra el edificio cerca del Palacio Presidencial, según informaron testigos y fuerzas de seguridad. El personal del hotel no estaba disponible para verificar la información aunque según un huésped, unas 100 personas fueron trasladadas a un bunker subterráneo para evitar víctimas.