Dos timadores en la Casa Blanca

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David Mamet, uno de los mejores dramaturgos y guionistas en la actualidad, es la carta de presentación de 'Noviembre', una historia que habla en clave de humor de las corruptelas políticas y las artimañas de las altas esferas en su afán de perpetuarse en el poder y conseguir sacar tajada.

Inspirada en el reinado de George Bush en la Casa Blanca, la obra de teatro versa sobre política, pero contada desde la distancia de la ironía, muy en concordancia con las grandes comedias americanas de los años 50 de autores como Billy Wilder o Howard Hawks.

Santiago Ramos, Cipriano Lodosa y Jesús Alcaide han estado en la presentación de 'Noviembre' en Logroño y han hablado de forma distendida, abierta y libre sobre esta comedia. El papel de Santiago Ramos es el de presidente, que es manipulado y dirigido por Cirpiano Lodosa, su asesor.

Como es un tema tan actual, Santiago asegura que no juzga al personaje para hacerlo lo mejor posible, pero Cipriano explica que está escrito de una manera tan inteligente que te cae bien, lo que a su vez te provoca cierto rechazo, ya que te apetece invitar a cenar a un corrupto, a un canalla, a un mentiroso.

Una especie de historia de Gila a la americana con la suficiente acidez como para poder hacer de una trama política, una experiencia gratificante y divertida. Un argumento llevado al humor de lo absurdo que logra hacer que nos riamos de la sociedad en la que vivimos y también, por qué no, de nosotros mismos. Si no, cómo podríamos sobrellevarlo. Se puede ver el viernes y el sábado a las 20:30 horas en el Teatro Bretón de Logroño.CIPRIANO Y LOGROÑO

Cipriano Lodosa está muy vinculado a esta ciudad. La relación comenzó hacé muchos años, unos 30. Vino a estudiar teatro en la compañía 'Lucrecia Arana'. Estuvo durante cinco años formándose con notables y famosas figuras de la farándula riojana como Ricardo Romanos o Estela Quintana.

Se tuvo que marchar hace unos 24 años y el propio Cipriano explica por qué: “Cambió el

gobierno y vino Alianza Popular. Entonces la escuela de teatro no servía para nada. Estábamos en clase y comenzaron a tirar el tabique porque la sanidad necesitaba más espacio. Así acabó todo. Estuvimos un mes encerrados en la Sala Gonzalo de Berceo, pero no sirvió para nada“.

Para él regresar a Logroño es como volver a casa. De hecho tiene una aquí y viene mucho, tanto a actuar en el teatro como a acudir como espectador. “Vengo mucho por aquí. Hay menos ofertas de trabajo, pero hay más calidad de vida”.