Zelaya vuelve a Honduras

El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha regresado a la capital hondureña después de tres meses en el exilio para buscar su restitución y se ha refugiado en la embajada de Brasil, en un desafío al Gobierno de facto que ha prometido arrestarlo. El presidente derrocado no ha confirmado cual fue la frontera que cruzó para entrar en su país.

Zelaya tampoco ha precisado las razones por las que se refugió en la embajada de Brasil ni cuánto tiempo permanecería allí para evitar ser arrestado por el Gobierno del presidente interino Roberto Micheletti, que ha decretado toque de queda desde la tarde del lunes hasta la mañana del martes en todo el país, apenas conocer la noticia.

El presidente derrocado anunció su intención de permanecer en el edificio diplomático por su compromiso vigente con el pueblo hondureño. “Quiero decirles que estoy comprometido con el pueblo hondureño y que no voy a descansar ni un día, ni un minuto, hasta bajar a la dictadura del poder que no le corresponde”, recalcó mientras sus seguidores, algunos subidos en los muros de la Embajada de Brasil y de otros edificios y casas vecinos, coreaban consignas a su favor. “Somos un pueblo unido y un pueblo vencedor”, expresó.

Roberto Micheletti ha prometido encarcelar a Zelaya “si pisaba el territorio hondureño”, bajo varios cargos. El presidente interino también ha hecho una petición a Brasil reclamando “que respete la orden judicial dictada contra el señor Zelaya entregándolo a las autoridades competentes de Honduras”. Desde el gobierno 'de facto' se ha impuesto un toque de queda que se extenderá a lo largo de toda la jornada del martes.

“El arresto de Zelaya bajo cargos dudosos que el régimen no tiene autoridad legal para llevar adelante incrementaría su aislamiento y posibles sanciones de la comunidad internacional”, ha afirmado Mark Weisbrot, codirector del Centro para la Investigación Económica y Política con sede en Washington.

Por su parte, los partidarios de Zelaya se han reunido a las puertas de la embajada de Brasil en la capital hondureña, en apoyo al depuesto mandatario. Gritaban consignas como “si se pudo”.

El Consejo Permanente de la OEA celebró una sesión extraordinaria y en una resolución exigió garantías para Zelaya e instó a restituirlo para que termine su mandato en enero, como propuso el presidente costarricense Oscar Arias, que ha dicho al estar dispuesto a viajar a Honduras para intentar una nueva mediación si ambas partes así lo desean.

No obstante, Manuel Zelaya ha insistido en que quiere que las cosas se hagan “sin violencia” para demostrar que “pacíficamente los hondureños somos capaces de recuperar lo que hemos perdido o lo que nos quieren robar”.

Asimismo ha anunciado que la resistencia contra el Gobierno 'de facto' se comenzará a organizar “en equipos de trabajo” previsiblemente respaldado por la comunidad internacional que aboga por la vuelta del orden constitucional en el país centroamericano.