El consumo de vino en los hogares se desploma un 22%

La caída del consumo de vino en los hogares españoles se agudizó el pasado julio, con un descenso del 22% respecto al mismo mes del año anterior, hasta los 30,74 millones de litros, por un importe de 64,26 millones de euros, un 14,9% menos.

Este retroceso se debió fundamentalmente al alza de los precios medios, que crecieron un 9,1% y se situaron en 2,09 euros, según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino.

En concreto, los espumosos y cavas con Denominación de Origen (DO) y los vinos tranquilos sin DO fueron los que más elevaron su precio, un 10,6% y un 5,3%, respectivamente, mientras que los vinos tranquilos con DO redujeron sus precios un 7,3%.

En los primeros siete meses, el consumo de vino cayó un 9,1% en volumen, hasta los 235 millones de litros, y algo menos en valor, el 4,6%, hasta alcanzar los 510 millones de euros.

Esta caída del consumo viene liderada por los vinos tranquilos sin denominación de origen, que perdieron un 15%, seguidos de los vinos espumosos, con pérdidas de consumo superiores al 13% en volumen y de casi el 10% en valor durante los primeros siete meses.

En el lado positivo, según los datos del Observatorio, los españoles consumieron este año un poco más de vino con denominación de origen, que creció, entre enero y julio, un 4,3% en volumen y un 1,3% en valor, hasta alcanzar respectivamente los 72,7 millones de litros, por un importe de casi 255 millones de euros.

Dichos caldos redujeron sus precios en los lineales un 2,9%, hasta situarse en los 3,5 euros por litro de media.

La Federación Española del Vino (FEV), que agrupa al sector bodeguero español, advirtió la semana pasada de que el mercado del vino en España “atraviesa por uno de sus peores momentos”, y precisó que la actual inestabilidad económica ha provocado una fuerte caída de las ventas en todos los canales.

En los siete primeros meses del año, las ventas en el canal alimentación descendieron un 9,1% en volumen, hasta los 235 millones de litros, y un 4,6% en valor, hasta 510 millones de euros.

La caída se debió fundamentalmente a la evolución de las ventas de los vinos de mesa y de los espumosos, mientras que los caldos con denominación de origen registraron datos positivos gracias a una “sensible” disminución de sus precios, de alrededor del 2,9%. En concreto, los vinos de calidad crecieron entre enero y julio un 4,3% en volumen y un 1,3% en valor.

Además del desplome del consumo en el hogar, la FEV recordó que las ventas en el canal 'extradoméstico' cayeron un 14% en el primer trimestre del año, lo que significa una reducción de casi 52 millones de euros.

“PRECARIA” SITUACIÓN

“Para la FEV, si a esta precaria situación se añaden las perspectivas de la actividad económica de España, que no parece que vayan a mejorar en el corto plazo, y un posible aumento de la presión fiscal, vía imposición indirecta, el escenario resultante puede ser un auténtico desastre para el sector vitivinícola español”, advirtió.

En este sentido, recalcó que exigir un mayor esfuerzo fiscal a los ciudadanos “puede afectar más aún al ya muy deteriorado consumo interior y, en cascada, a las empresas y familias que, directa o indirectamente dependen del sector vitivinícola”.