El PR insta a un debate entre bodegas, agricultores e instituciones

@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } Ya ha comenzado la vendimia de uva blanca y existen buenas perspectivas para la cosecha de este año, en cuanto a calidad y cantidad. Sin embargo, los agricultores han empezado a quejarse ante la incertidumbre de los precios de la uva para esta temporada, lo que ha provocado un ambiente crispado y tenso entre bodegueros, trabajadores del campo.

Según Ángel de Jaime Baró, vicepresidente del PR, a parte de la crisis económica general convergen en la Denominación de Origen Rioja varias crisis, como la de la comercialización. “Mientras que en las denominaciones españolas ha descendido un 2,8%, en la D.O. Rioja ha bajado un 8%”. Asegura que además se ha gastado más dinero que nunca en promoción este año, 11 millones de euros, mientras que el año pasado se invirtió 8,6 millones.

También ha señalado el fracaso de la Interprofesional ya que se ha roto el compromiso entre bodegas y viticultores respecto al precio de la uva y la esta institución no se ha enfrentado al problema aún siendo su labor. Además este organismo, según el PR, ofrece una información sesgada y está supeditado a los intereses del Consejo Regulador. “Que el presidente del Consejo Regulador tenga la potestad de expedientar a las bodegas de su propia asociación es cuanto menos curioso”, señala Baró.

Para el Partido Riojano, el Gobierno de La Rioja ha tenido mucho que ver también en este asunto por sus “erráticas políticas vitivinícolas”. Baró ha mencionado la Ley del Vino del Partido Popular o la falta de previsión de medidas en momentos de crisis o de la previsible liberalización de plantaciones en 2018.

El PR ofrecerá próximamente soluciones ante estos problemas que se están analizando, pero cree necesario una profunda reforma de políticas e instituciones y animan al debate entre todas las partes interesadas en otoño.

También piden que se haga un estudio serio de los costes de producción de la uva y que se determine la línea roja que no hay que sobrepasar. Además solicitan un observatorio vitivinícola apoyado por la UR que determine cuál es la realidad económica y que “no de una información sesgada”.