La violación de niñas, utilizada como arma de guerra

Un acto horrible se ha convertido en una práctica habitual en muchas de las guerras y conflictos que vive hoy el planeta. La violación sistemática de niñas es una característica cada vez más generalizada de las guerras, según ha denunciado la representante especial de Naciones Unidas para niños y conflictos armados, Radhika Coomaraswamy.

El nuevo informe presentado por Coomaraswamy, muestra como esas violaciones son perpetradas a menudo en un vacío legal existente en muchos estos países en conflicto, como consecuencia de la violencia y que, por lo tanto prevalece la impunidad.

La representante de Naciones Unidas ha subrayado que hay muchas dificultades para obtener información y verificarla en ese tipo de casos. El miedo a las represalias y los tabúes culturales que rodean a esos crímenes vuelven muy difícil la recolección de testimonios.

Por otro lado, Coomaraswamy ha destacado que los varones también son vulnerables a la violencia sexual, sobre todo durante las operaciones militares en áreas civiles o durante el servicio militar o el secuestro por parte de fuerzas paramilitares.

Aunque algunas veces la violación de chicos se denuncia, se le presta muy poca atención y no se documenta, según ha señalado Coomaraswamy.

Este informe recoge también la nueva tendencia de hacer blanco a estudiantes, maestros y edificios educativos para ese tipo de delitos. “En algunos casos, el miedo de ser atacadas de camino a la escuela o en ella, priva a las niñas de una educación en tiempos de emergencia o conflicto”, ha señalado la representante de Naciones Unidas.