Recuerdo a las víctimas del colegio de Beslán
Más de 2.500 personas se concentraron frente a las ruinas de la escuela de Beslán donde hoy hace cinco años que dio comienzo el ataque de los rebeldes chechenos a este colegio de la región de Osetia del Norte.
El 1 de septiembre de 2004, un comando terrorista secuestró a 1.128 personas en un colegio donde numerosos alumnos y sus familiares se habían reunido para la fiesta del 1 de septiembre, Día del Conocimiento en Rusia y fecha tradicional del inicio de clases escolares.
El suceso acabó dos días más tarde con la muerte de 334 rehenes -entre ellos, 186 niños- y cientos de heridos tras la detonación de explosivos colocados dentro del edificio escolar y en el tiroteo que hubo entre los terroristas y los grupos de operaciones especiales enviados por el gobierno ruso.
Desde primera hora de la mañana, miles de personas se han acercando a la escuela atacada y han depositado en sus ruinas botellas de agua para recordar la sed que pasaron las víctimas y encendieron velas en lo que un día fue el gimnasio escolar, lugar donde los secuestradores llevaron a los niños, padres y profesores.
En medio de donde se encontraba la entrada de la escuela se ha colocado una cruz y vecinos de todas partes de la república han depositado fotos de los que murieron en aquella masacre.
Ante la previsión de las masivas concentraciones que se van a celebrar hasta el próximo jueves, el ministro ruso del Interior, Rashid Nurgaliyev, ordenó aumentar la seguridad en todas las escuelas de Osetia del Norte, al tiempo que expresó su preocupación por la poca seguridad que hay en este tipo de instalaciones. A pesar de haber desplegado 3.000 efectivos policiales que patrullarán las escuelas de la región durante tres días.
Denuncias contra Rusia
Cinco años después de la matanza, provocada por una confusa intervención de las fuerzas de seguridad rusas, las heridas continúan abiertas. Ella Kesayeva, una de las fundadoras de la organización 'La Voz de Beslán', formada por las madres de los niños fallecidos, ha denunciado estos días la falta de atención que han recibido las víctimas por parte de las autoridades.
La fundación acusa al ex presidente ruso, Vladimir Putin, de “asesinato, exceso en el uso de la fuerza, abuso de poder y negligencia” por su gestión de la crisis de rehenes.
No obstante, una comisión parlamentaria exculpó en diciembre de 2006 de toda responsabilidad a las autoridades rusas en la matanza, alegando que ni el Ejército, ni el Ministerio del Interior, ni los servicios de seguridad se excedieron en el uso de la fuerza en el asalto a la escuela.
La organización también presentó ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo una denuncia formal contra el Estado ruso por “violar los derechos de los rehenes antes y después del atentado” .
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