Cuatro detenidos por las protestas frente a las cárceles israelíes

Las autoridades israelíes han detenido a cuatro personas esta mañana en una de las masivas protestas celebradas frente las cárceles israelíes de Meggido, Hadarim y Shikma. Cientos de personas intentaban impedir la entrada de los autobuses que trasladan a los palestinos que van a ver a sus familiares presos en estos centros con motivo del 23 cumpleaños del soldado Gilad Shalit, secuestrado en Gaza desde hace más de tres años.

Los manifestantes expresaron su indignación por el hecho de que Hamás no ha permitido que nadie, ni siquiera personal humanitario, visitara al militar mientras que los presos palestinos disfrutan de visitas regulares por parte de sus familiares.

Uno de los asistentes a la protesta, Magen Dahari, fue detenido junto a la entrada de la prisión de Hadarim bajo los cargos de intentar obstruir el tráfico en la carretera Route 4.

El padre de Gilad Shalit, Noam, se unió a la concentración en la cárcel de Meggido y animó a los asistentes a las manifestaciones a seguir con las protestas esta semana para hacerse oír. Como muchos otros, calificó de “inaceptable” que a su hijo le sean negadas las visitas mientras que los parientes de los presos palestinos pueden verles en cualquier momento.

Por todo ello, los Servicios Penitenciarios Israelíes (IPS, sus siglas en inglés) han anunciado que cancelarán las visitas de familiares de prisioneros palestinos previstas para hoy en las cárceles de Hadarim y Shikma.

De esta forma se evitan disputas innecesarias con los participantes en las concentraciones convocadas para hoy por el 'Ejército de los Amigos de Shalit', la organización que ha convocado la protesta.

No obstante, en el centro penitenciario de Megiddo, donde también tendrá lugar otra manifestación, sí se permitirán dichas visitas.

El presidente de la campaña para la liberación de Shalit, Shimshon Liebman, mostró su malestar por la decisión de IPS ya que, esta era una buena oportunidad para ''enviar un mensaje a [la Franja de] Gaza a través de las familias de los prisioneros“. Además, Liebman señaló que ”la falta de reciprocidad en las condiciones humanitarias no (...) debe ser aceptada en silencio“.

Sin embargo, el presidente de la campaña apuntó que la cancelación de las visitas por parte de IPS “es una especie de victoria” para los manifestantes.