La UPL oferta 5.000 plazas para 265 talleres

@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } En 1994 nació la Universidad Popular de Logroño con una oferta de 150 plazas, pero se vieron absolutamente desbordados por la demanda y tuvieron que duplicar el cupo ese mismo año. En un principio, los alumnos eran en su mayoría mujeres, 93%, y de mayor edad. Ahora ese perfil ha cambiado completamente. El año pasado se ocuparon casi 4.700 plazas y los hombres representan ya un 46%. Además la edad de los matriculados cada vez es más baja.

Este año el programa se sigue ampliando con una oferta de unas 5.000 plazas repartidas entre 265 talleres, 37 de ellos de fin de semana, 21 cuatrimestrales y el resto con una duración de curso académico. Para el curso 2009-2010 se presentan 40 novedades, entre las que destaca el taller de humor gráfico impartido por Tris.

También se profundizarán o se implantan más niveles de cursos ya existentes como, por ejemplo, en el de costura, en el de escritura jeroglífica, en los de crianza, en los de expresión corporal o en los de meditación.

Además también desaparecen talleres como, por ejemplo, el de el tema de nuestro tiempo. A pesar de que ha estado vigente durante 15 años, los programadores han considerado que su vida se ha agotado. A eso hay que añadirle la tendencia descendente del número de solicitudes de demanda.

El año pasado

se recibieron en la UPL unas 7.800 solicitudes para casi 4.670 plazas, con lo que un 40% se quedó fuera. Sin embargo, siempre hay talleres que no cubren el cupo de oferta pero que no se pueden eliminar de la programación por su interés o porque no existe una formación similar en la ciudad. Sería el caso, por ejemplo, de el taller alfabetización o el de euskera.

Los talleres más demandados son siempre los que tienen que ver con la relajación, con la expresión corporal, con los idiomas o el arte (fotografía, pintura, escultura, etc.). La UPL también ha observado un incremento en el interés del taller de poesía en los últimos años y que en un principio era algo minoritario.