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La falsa amenaza de bomba en Calella obliga a desalojar a más de 10.000 personas

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El alcalde de Calella (Barcelona), Josep Maria Juhé, explicó hoy que la falsa alarma de la colocación de dos bombas en la playa del municipio obligó a desalojar a más de 10.000 personas durante casi una hora.

En declaraciones a los medios recogidas por Catalunya Informació, explicó que la orden de desalojo afectó “íntegramente” a los tres kilómetros de playa y a 200 metros de los términos municipales de Pineda y Sant Pol, además de suponer la prohibición de paso de trenes por la estación de Calella.

Juhé transmitió su rechazo ante el suceso que, aseguró, sólo pretende crear intranquilidad entre los ciudadanos y turistas y felicitó a todos los dispositivos de emergencias y seguridad por su actuación “rápida y eficaz”.

Los Mossos d'Esquadra y efectivos de la policía local reabrieron a las 16.45 horas de la tarde la playa de Calella, después de que se confirmará que la llamada que la sede de la DYA en Vizcaya había recibido alertando de la colocación de artefactos en mochilas resultó ser una falsa alarma.

Finalmente, y tras evacuar el perímetro de bañistas, los Mossos y policía local reabrieron la zona al no encontrar ningún artefacto. La policía autonómica activó a las 15.55 horas el protocolo de actuación que requiere de estos casos, la alerta Procicat, y desalojó completamente la zona.

“UN BUEN SUSTO”

En declaraciones a Europa Press Televisión, una bañista, Isabel, explicó que estaba tomando el sol muy tranquila, escuchando música muy fuerte, cuando se percató de que algo pasaba cuando vio gente levantándose rápido y desalojando la playa. Hizo lo mismo, siguiendo las instrucciones de la Cruz Roja, y una vez fuera de la arena se enteró de la amenaza de bomba.

Otro testimonio, Pedro, declaró que se estaba sentado cuando oyó el aviso y la abandonó rápidamente, junto al resto de bañistas que salieron corriendo. “Ha sido un buen susto; que afortunadamente no ha ido a más”.

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