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Fallece Marcos Eguizábal

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Biografía

Marcos Eguizábal Ramírez (El Villar de Arnedo, La Rioja (España), 1919), es un empresario español dedicado al sector vitivinícola. Nacido en el seno de una familia de viticultores, dio sus primeros pasos en el negocio cuando no tenía más de once años. Gracias a las enseñanzas de su padre, desde muy joven era capaz de distinguir las diferentes calidades de los caldos. Además, ayudaba en el negocio familiar recorriendo en un carro las poblaciones de la zona para vender pellejos de vino. Falleció el viernes 14 de agosto de 2009, en Madrid, a los 91 años de edad. (Imagen: Radio Haro SER)

Sus deseos de convertirse en enólogo se ven truncados con el estallido de la guerra civil. Comenzó estudios de Química que nunca pudo finalizar y que posteriormente convalidó para convertirse en maestro.

Emprendedor y entusiasta por naturaleza, a los 18 años se lanza por su cuenta a la aventura empresarial. Siguiendo los pasos de su padre, se dedicó a vender vino en la zona de Burgos, aprovechando los viajes para transportar patatas hasta La Rioja. «Eran tiempos duros en los que había que luchar mucho. Sin embargo, con ilusión, cualquier reto empresarial me parecía muy fácil», apunta el presidente de Bodegas Paternina y Franco-Españolas.

A principios de los cuarenta, Eguizábal invierte en cultivos de patatas todo el capital que había conseguido. Las inclemencias del tiempo le juegan una mala pasada, pierde la cosecha y se queda «con la chaqueta puesta».

Gracias a sus estudios, el hoy presidente de Bodegas Paternina consiguió una plaza de maestro en Logroño que le aseguraba el sustento de su familia. Aquel fracaso no consiguió eliminar el gusanillo empresarial y aprovechaba las tardes y los fines de semana para hacer negocios con el transporte de mercancías. En pocos meses, consigue enderezarse como empresario: reflota su negocio de patatas y pone en marcha una tienda de ultramarinos y un almacén de sacos. A pesar de las dificultades, no deja de ser un enamorado incondicional de los vinos, y cada semana recorre dos o tres bodegas para catar nuevos caldos.

En la década de los sesenta, Eguizábal se introduce en el mundo de la construcción. Inició sus negocios inmobiliarios en Logroño, para pasar más tarde a invertir en Madrid. En 1974, la localidad almeriense de El Ejido se convierte en el escenario de su mayor operación como constructor. Su incursión en el campo de los negocios inmobiliarios fue lo que le proporcionó el capital suficiente para cumplir su sueño: convertirse en propietario de una bodega de renombre.

Marcos Eguizábal poseía desde principios de los setenta una bodega en Ollauri (Rioja), donde elaboraba 1.500 cajas de vinos, siempre grandes reservas que vendía a sus amistades. La gran apuesta. En 1984, con 65 años de edad, se le presenta la 'gran oportunidad'. Las centenarias Bodegas Franco- Españolas y Paternina se ponen a la venta. Entra a concurso con duros competidores alemanes, italianos y españoles, y consigue por una diferencia de 80 millones hacerse con las bodegas. «Cuando compré Paternina y Franco-Españolas, el dinero ya no me interesaba. Si el capital que invertí en Paternina hubiera ido a parar a la construcción, le hubiera sacado mucho más rendimiento. Sin embargo, mi intención era hacer el mejor vino que se pudiera imaginar», aseguraba con orgullo en una entrevista concedida a Mercedes Gómez en el diario El Mundo.

Cuando se convirtió en el dueño de las bodegas, se planteó recuperar el prestigio que su producción había tenido en tiempos pasados. Con mucho esfuerzo y horas de trabajo, el vino de Rioja Paternina es hoy uno de los más conocidos y considerados en el mundo.

En 1987 presidió la época dorada del Club Deportivo Logroñés, le tocó sufrir en las dos primeras temporadas en Primera pero la afición permaneció con el equipo y este contó con más de 10.000 socios. En la temporada 1989-90 el club estuvo a punto de clasificarse para la Copa de la UEFA, pero acabó finalmente séptimo a sólo dos puntos de lograrlo.

En una nefasta temporada 1994-95 el Logroñés terminó último con tan sólo 13 puntos y retornó a Segunda División, pero Marcos Eguizábal prometió dejar el equipo dónde lo había cogido cuando llegó a la presidencia en 1988, y en una magnífica temporada 1995-96, con Juande Ramos como entrenador, el Logroñés consiguió el segundo ascenso de su historia a Primera. Fue en Toledo el 19 de mayo de 1996 al imponerse al Toledo por 1-2 con goles de Manel y Simeón, ante la presencia de unos 3.000 riojanos que se desplazaron hasta allí en los 25 autobuses fletados por el club, además de en coches particulares.

El propio Eguizábal se encargó hasta su fallecimiento de supervisar los viñedos y seleccionar la uva que iría a la bodega. Sin embargo, le gustaba puntualizar que su éxito es una labor de grupo en la que prima la filosofía de la calidad. «Hay que saber rodearse de buenos profesionales que tengan como objetivo cuidar al cliente. Nuestro público sabe que cuidamos al detalle todos nuestros vinos; tanto en su calidad y aroma como en el sabor agradable al paladar», explicaba Eguizábal en una entrevista.

Hasta su fallecimiento se dedicó plenamente a su negocio del vino. Rebosante de vitalidad, estaba metido de lleno en la diversificación de su producción.

Desde Jazz Group Comunicación (agencia editora de Rioja2.com y de la Fundación Cultura y Comunicación) nos unimos a las condolencias por su fallecimiento y lamentamos tan triste pérdida.Descanse en Paz.

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