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Rubalcaba: “La acusación del PP es falsa y una infamia gravísima”

Agencias

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“El Estado de Derecho investiga a presuntos corruptos, no al Partido Popular”. De esta manera, más serio y rotundo que de costumbre, ha desmentido el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, las acusaciones de escuchas ilegales a dirigentes populares vertidas por el principal partido de la oposición.

El desmentido del Gobierno llega seis días depués de que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, interrumpiera sus vacaciones en la playa para anunciar que miembros de su partido habían sufrido 'pinchazos' telefónicos.

En democracia este tipo de acusaciones se hacen con pruebas y en el juzgado, y no en la playa desde un chiringuito. “Es rotundamente falso, una infamia gravísima, lo más grave que se puede decir en una democracia y no puede quedar sin respuesta”, aseguró Rubalcaba, al tiempo que explicó que el Gobierno había querido esperar unos días por prudencia. “Es el disparate del verano”.

“En democracia este tipo de acusaciones se hacen con pruebas y en el juzgado, y no en la playa desde un chiringuito”. “Infamias y calumnias en democracia, no, y si hay pruebas, entonces al juzgado”, espetó el ministro. “Esto lo hacen para tapar lo que está pasando”, añadió, en referencia al caso Gürtel, la trama de corrupción que salpica a PP.

Rubalcaba ha hecho estas afirmaciones en rueda de prensa, sólo unos minutos después de que el presidente del PP, Mariano Rajoy, respaldara las afirmaciones de De Cospedal y denunciara una “inquisición” en contra del PP.

UN FALLO EN “LA CADENA DE MANDO”

Al mismo tiempo, Rajoy exigió dimisiones al titular de Interior por las “detenciones televisadas” de los miembros del Partido Popular implicados en el caso Palma Arena. Rajoy calificó de “infames” las imágenes que mostraban esposados a los arrestados, y advirtió de que no es un hecho aislado sino “un asunto más que revela la salud del Estado de Derecho”.

Por ello, reclamó al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que cese a los responsables de que las detenciones se hayan producido de esta forma y pidió su comparecencia en el Congreso.

En este sentido, Rubalcaba, poco después, reconocía que alguien de la “cadena de mando” obvió las órdenes del delegado del Gobierno, que había dado orden expresa de no esposar a los detenidos. “Se tomarán decisiones al respecto”, aclaró el ministro.

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