Recomiendan la lactancia para prevenir contagios de gripe A en niños pequeños

Caridad Garijo, pediatra del Hospital San Pedro, recuerda en la Semana Mundial de la Lactancia el poder preventivo de esta práctica: “Está demostrado que dar el pecho es una forma de prevenir infecciones en general y, por ese motivo, también cabe razonar que sea una estrategia útil frente a la pandemia de nueva gripe”. De hecho, asegura que ya se ha dado la consigna de fomentar la lactancia materna en el contexto de crisis sanitaria que se avecina con el previsible aumento de casos de gripe A en otoño en invierno.

“En realidad -aclara- el mensaje no ha variado, lo importante es divulgar el conocimiento sobre los múltiples beneficios de la lactancia. La salud siempre mejora cuando los niños se alimentan de leche materna, y eso vale para cualquier situación”.

El equipo de la doctora Garijo, que firmaba el primer trabajo sobre lactancia en La Rioja, ha abordado dos proyectos sobre implantación de esta saludable práctica en la comunidad. Ambos han recibido apoyo del Ministerio de Sanidad y Consumo, dentro de las líneas estratégicas de investigación.

CAMPAÑA MUNDIAL

Este año, la campaña de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace hincapié en que dar el pecho salva vidas, especialmente en situaciones de emergencia. Aunque en principio la agencia se refiere a situaciones como “conflictos bélicos y desastres naturales”, como episodios extraordinarios “que pueden poner en peligro la salud y la supervivencia de grandes poblaciones”, la nueva gripe puede desencadenar una crisis sanitaria de alcance mundial. Los niños están, en cualquiera de estos casos, entre los grupos más vulnerables durante estas situaciones, y los más pequeños son los más expuestos de todos, ya que pueden pasar por condiciones graves como alteraciones digestivas, neumonía y malnutrición.

La capacidad de la lactancia materna para salvar vida en situaciones críticas es un mensaje clave. En cualquier circunstancia, según la agencia, “la mejor manera de prevenir la malnutrición y la mortalidad entre bebés es alimentarlos únicamente con leche materna durante su primera hora de vida, y continuar al menos hasta que cumplan seis meses, aunque a partir de entonces sí deben incluirse otros alimentos en su dieta”. Cuando se produce una situación de emergencia, el propósito es crear y mantener un entorno en el que sea posible amamantar con frecuencia los niños de hasta dos años de edad.

PROTECCIÓN Y APOYO

Desgraciadamente, según la OMS, se ha extendido la errónea idea de que el estrés y la malnutrición de las mujeres en situaciones de emergencia pueden comprometer su capacidad para dar el pecho. Por ese motivo, durante éstas se suelen donar sustitutos de la leche materna que, de hecho, “deterioran la lactancia y deben ser evitadas”.

En lugar de este tipo de medidas, proponen delimitar lugares seguros para madres e hijos, ofrecer información y establecer fórmulas de apoyo 'de madre a madre'.

Como parte de su preparación para situaciones críticas, hospitales y centros sanitarios “deberían contar con trabajadores preparados que puedan ayudar a las madres a establecer la lactancia y a superar posibles dificultades”, sugieren.