Forzados a la prostitución y el tráfico de drogas

La Policía Nacional ha detenido en Gran Canaria a cinco personas naturales de Nigeria dedicados presuntamente tanto a favorecer la inmigración con documentos falsa de ciudadanos africanos como al tráfico de drogas.

Una ciudadana nigeriana denunció a los presuntos culpables a la policía declarando haber sido trasladada junto a su hijo de tres años desde la Península hasta la isla de Gran Canaria para ser posteriormente obligada a ejercer la prostitución y a traficar con sustancias estupefacientes.

El matrimonio detenido, cabecillas del clan familiar e identificados como Andy T. y Josephine I., habían contactado con la víctima cuando ésta se encontraba en la Península, a fin de “captarla” y encargarse de su traslado hasta Gran Canaria.

Un colaborador de la organización se encargó de facilitar la documentación falsa para que, tanto la declarante como su hijo, se trasladaran hasta la isla. El citado colaborador, Emmanuel K., quinto detenido de la operación, estaba afincado en la provincia de Almería.

Los agentes adscritos a la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Las Palmas procedieron a la detención de los implicados que operaban en Gran Canaria, así como al registro de sus domicilios particulares y de los establecimientos que regentaban.

Así se encontraron, además de 600 gramos de heroína y material para la manipulación de sustancias estupefacientes, numerosos permisos de residencia en España presuntamente para su alquiler o venta a otros inmigrantes con características físicas semejantes a los de su titular.

Los detenidos, presuntos autores de los delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal de ciudadanos africanos, tráfico de drogas y falsificación de documentos, fueron puestos a disposición del juez competente, que ordenó su ingreso en prisión.

Obligadas a ejercer la prostitución

La Policía Nacional ha explicado que estas organizaciones de origen nigeriano suelen actuar habitualmente de forma similar: la persona captada, normalmente una mujer joven, es trasladada en cayuco hasta las costas españolas. Un vez aquí, la organización la lleva al lugar donde será obligada a ejercer la prostitución o a traficar con estupefacientes, siempre bajo estrecha vigilancia.