Cierre de una prisión en Irán por malos tratos

El líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyyed Alí Jamenei, ha ordenado el cierre de la prisión de Kahrizak, en la que se encontraban algunas de las personas detenidas tras las elecciones de junio, según afirman algunas páginas de Internet de carácter reformista.

Kazem Jalali, portavoz de la comisión parlamentaria de seguimiento de dichas detenciones, afirma que el cierre de la prisión se debe a la carencia “de las condiciones necesarias para preservar los derechos de los detenidos”. Al parecer, se han registrado informes en los que se habla de malos tratos a los mismos.

Por su parte, el jefe del Poder Judicial iraní, el ayatolá Mahmud Hashemi Sahrudi, ha ordenado que antes del 3 de agosto se determine la situación en la que se encuentran los 300 detenidos por las protestas. Sahrudi ha pedido que se entreviste a estas personas acerca del modo en el que fueron interrogados y que se ponga en libertad bajo fianza a todos aquellos que no se enfrenten a cargos serios.

El jefe del Poder Judicial, a su vez, ordenó al Departamento de Justicia de Teherán y a la Organización Judicial de las Fuerzas Armadas que abran oficinas para responder a las quejas de aquellos que fueron objeto de violencia o sufrieron pérdidas económicas por los disturbios.

El Parlamento iraní (Majlis) creó el lunes un comité integrado por diez diputados para seguir la cuestión de las detenciones durante las protestas tras las elecciones. El comité lo preside el diputado Parviz Soruri.