“Esto es una trampa para la hostelería”

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Enrique Arévalo, Director General de la Asociación de Hostelería y Restauración de La Rioja, Arbacares, ha arremetido duramente contra el consistorio de la capital al que ha acusado de desinformar y ocultar los datos de ruidos, de ser incapaz de hacer una ordenanza adecuada y de no tener voluntad de regular correctamente en esta legislatura.

Acompañado de Édgar Fernández (miembro de la Junta directiva del Casco Antiguo, en representación de los establecimientos nocturnos) y Aurelio San Casimiro (presidente de Arbacares), ha comentado que sólo ante las quejas de los vecinos puede personarse la Policía Local que con un juicio de valor sancione.

De la nueva ordenanza, ha coincidido con San Casimiro en que la normativa es una trampa del ayuntamiento que sólo consigue hacer inviables las terrazas en algunas zonas. Se quejan además de que la nueva tasa para veladores es un 45% más cara, lo que hace que haya un 45% menos. A eso hay que sumarle, que si a medianoche las terrazas han de estar recogidas; desde media hora antes ya no entrarán clientes, con las consecuencias que ello conllevará para los empresarios que se encuentran en una situación de “inseguridad jurídica”

Además no entienden cómo exigen 45 decibelios tanto a la tienda de chucherias que esta cerrada, como a las terrazas en las cuales, los que hacen ruido son los clientes, sin tener en cuenta que éstas se encuentran al aire libre.

Por último piden igualdad para todos, no entienden que el 80% de la ordenanza se refiera a la hostelería cuando según Arévalo los medios de transporte, los servicios públicos o los vecinos son más molestos; y esperan que en una próxima ordenanza se prohíba beber en la calle, eso sí en todo aquel espacio no habilitado para ello.

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