Las autoridades italianas se preparan para la Cumbre del G-8

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Los jefes de Estado y de Gobierno de los países más ricos e industrializados del mundo se reunirán en la ciudad italiana de L'Aquila durante los días 8, 9 y 10 de julio. Italia preside este año la reunión.

En esta ocasión, los temas más importantes serán la crisis económica, el cambio climático, la lucha contra la pobreza, especialmente en el continente africano, y la situación en Afganistán, Oriente Próximo e Irán.

Las reuniones anuales del 'Grupo de los ocho' no dejan impasibles a los activistas antisistema, por esta razón, las autoridades locales se preparan para hacer frente a los disturbios que suelen originarse con ocasión de este tipo de cumbres.

Ante estas premisas, la ciudad de Roma amaneció hoy blindada, no sólo para garantizar la seguridad de los líderes mundiales, que ya han empezado a llegar a la capital italiana, sino también para contener posibles protestas y acciones demostrativas. De hecho, esta mañana fueron detenidas unas diez personas, mientras que otras 26 fueron identificadas tras los disturbios ocasionados por algunos miembros de los movimientos antiglobalización, que quemaron neumáticos y volcaron contenedores de basuras.

Sin embargo, a la gran manifestación de 'bienvenida', que había sido organizada por los movimientos anticapitalistas en el centro de Roma, no acudieron más que algunos cientos de personas que protestaron de modo pacífico con pancartas contra la crisis, la especulación y de apoyo a los ciudadanos de L'Aquila, la ciudad donde se celebrará la cumbre y que hace tres meses quedó devastada por un fuerte terremoto.

Clare Smith, de 27 años, es una activista que vino expresamente de Bristol (Reino Unido) para manifestarse “pacíficamente” contra las “políticas injustas” que llevan a cabo los países más ricos, los cuales “sólo representan a una parte minoritaria de la población mundial”, según declaró la joven a Europa Press.

Algunas organizaciones contrarias a la cumbre del G-8 han denunciado abusos y detenciones por parte de las autoridades italianas, además del intento de presentar a los grupos que conforman el movimiento antiglobalización como ''los malos de la película'', ha declarado Piero Bernocchi, portavoz del Cobas, una organización antisistema.

Además de Roma, el despliegue de las fuerzas de seguridad tendrá lugar especialmente en L'Aquila, donde los líderes del G-8 empezarán a llegar a partir de mañana. En total, unos 15.000 hombres, con 2.500 militares, vigilarán la cumbre, que estará protegida con fuertes medidas de seguridad terrestre y un escudo aéreo antimisiles. También se intensificarán los controles en la autopista que une la capital italiana con L'Aquila, separadas por poco más de 100 kilómetros.

A esta cumbre asistirán los líderes del G-8 (Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia, Alemania, Reino Unido, Francia y Rusia), los cinco países emergentes (Brasil, México, Sudáfrica, China e India), Egipto, los países del Foro de las Principales Economías sobre Energía y Cambio Climático (Australia, Corea del Sur, Indonesia y Dinamarca), algunos países africanos (Angola, Argelia, Nigeria, Senegal, Etiopía), el presidente de la Unión Africana, cargo que actualmente ocupa el presidente de Libia, Muamar Gadafi, y tres países invitados: España, Países Bajos y Turquía.

El final de la reunión coincidirá con la movilización que los grupos anticapitalistas han organizado en L'Aquila, ciudad en que todavía no se ha recuperado de la tragedia ocurrida hace tres meses y donde millares las personas continúan viviendo en campamentos provisionales a causa del terremoto.

Especulaciones en torno al futuro de Italia en el G-8

Según fuentes del periódico británico 'The Guardian', los miembros europeos del G-8 contemplan la posibilidad de de echar a Italia y sustituirla por España, que actualmente tiene una renta per capita mayor y aporta un porcentaje más elevado del Producto Interior Bruto (PIB) en ayudas.

Estos rumores han sido desmentidos por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, que consideró que esta hipótesis “no es creíble” ya que “Italia tiene un papel muy importante en el G-8”.

En palabras del el diario británico, que citaba fuentes de alto rango dentro del G-8, los preparativos de la cumbre han sido tan “caóticos” que Estados Unidos se habría visto obligado a tomar las riendas de la situación y llamar a los expertos para preparar algunas sesiones.

Por su parte, el ministro de Exteriores de Italia, Franco Frattini, contestó ayer a estas acusaciones considerando que el que tendría que salir de la lista de “los grandes periódicos del mundo” es 'The Guardian'.

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