“España tiene un largo camino por recorrer”

La violencia contra las mujeres, en todas sus formas, es un mal presente en todo el territorio español. El número de mujeres que cada año mueren a manos de sus parejas o ex parejas cada vez es mayor. Sin embargo, el Estado español ya ha tomado las primeras medidas para combatir este problema, pero al mismo tiempo deja descuidadas otras formas de violencia como son la trata o la violencia sexual utilizada contra niñas y mujeres.

España tiene un papel muy activo en la lucha contra la violencia de género en toda Europa, sin embargo, “tiene que ser coherente. Tiene que hacer en casa lo que pide fuera”, afirma Itziar Ruiz-Giménez Arrieta, presidenta de Amnistía Internacional España. Junto a ella María Naredo, investigadora de la asociación, y Ascensión M. Anguita, víctima de la violencia de género, han hecho balance de la situación de esta problemática, en la presentación del informe ‘España: una vida sin violencia para mujeres y niñas’.

Según la presidenta de AI, a España le queda “un largo camino por recorrer” ya que, a pesar de las últimas políticas y medidas para frenar este tipo de violencia, existe “una ausencia de planes integrales que aborden todas las fórmulas de violencia de género”. Desde la organización, se pide al gobierno que tome medidas para acabar con la violencia sexual contra mujeres y niñas y con la trata de mujeres. Además, AI exige a las autoridades una mayor protección para las víctimas de la violencia de género y mejorar el derecho de reparación.

Por su parte, María Naredo, investigadora y autora del informe, ha querido recalcar la falta de datos oficiales para poder determinar mejor los obstáculos existentes a combatir. Según Naredo existen “muchos márgenes de impunidad” por esta falta de atención oficial al problema. Además, la investigadora cree que no se está manteniendo un enfoque adecuado en el plan español para la trata de mujeres. “Hace falta un mecanismo adecuado para tratar a las víctimas”, señala.

Dentro de esta problemática, es especialmente dura la situación de las mujeres inmigrantes víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual. Tanto la justicia como los recursos de asistencia son inadecuados. Además, como resalta Naredo, se prima las leyes de inmigración sobre los derechos más fundamentales de las mujeres inmigrantes, de manera que se expulsa a las víctimas antes de ayudarlas.

El problema es aún mayor cuando se trata de violaciones realizadas por agentes del Estado, ya que en estos casos las mujeres se encuentran aún más indefensas y desprotegidas.

Por último, AI ha presentado una iniciativa para que quien lo desee pueda dirigirse a la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y se una a la petición de solicitar un plan marco de acción estatal y destinar los máximos recurso económicos y legales para acabar con este problema.

En la actualidad, muchas mujeres víctimas de la violencia de género se sienten desprotegidas e indefensas frente a sus agresores. Es responsabilidad del Estado terminar con esta situación, porque como dice Ascensión Anguita, una víctima de la violencia machista: “yo no tengo miedo porque me voy a defender con uñas y dientes, pero que me echen una mano”.