Amnistía Internacional denuncia las carencias de la Ley contra la Violencia de Género

Amnistía Internacional (AI) ha denunciado ante los diputados de la Subcomisión del Congreso que estudia el funcionamiento de la Ley contra la Violencia de Género, que la aplicación de esta norma, aprobada hace más de cuatro años, “deja bastante que desear”. Los puntos que a su parecer presentan deficiencias son, sobretodo, los que se refiere a la formación de los profesionales sanitarios, la protección de las víctimas y el funcionamiento de los juzgados.

Antes de comparecer en la Subcomisión del Congreso, la portavoz de AI, María Naredo, ha declarado que es “muy preocupante” que existan mujeres que hayan sido asesinadas pese a haber denunciado su situación ante las autoridades. También aseguró que en “muchos casos” no se están tomando medidas para proteger a las mujeres denunciantes cuando sus agresores incumplen las leyes de alejamiento.

En Opinión de Naredo, los juzgados de violencia de género están investigando de manera “muy deficiente” los casos que atienden. Destacó entre los motivos la sobrecarga de trabajo a la que se enfrentan.

Otra de las críticas ha sido para el personal sanitario que atiende a estas mujeres, según la portavoz de AI, a este ámbito llega “el cine por cien de las víctimas”, y opinan que no está suficientemente formado y preparado para atender a estas mujeres.

Naredo también ha recordado que la memoria económica de la ley fija la creación de un centro de recuperación para mujeres maltratadas en cada comunidad autónoma, cuando en la actualidad sólo existe uno, el Centro de Atención Integral a las Víctimas de la Violencia de Género de Gijón.

Otro aspecto de la Ley de Violencia de Género resaltado por Amnistía Internacional ha sido el hecho de que, para acceder a los recursos establecidos en la ley, las mujeres maltratadas tengan que certificar su situación presentando la denuncia que han interpuesto contra su agresor. AI solicita que baste con presentar un informe sanitario o social que acredite su situación de víctima, puesto que “muchas víctimas no quieren denunciar al agresor”.

Para concluir, María Naredo ha denunciado el hecho de que “frente a las víctimas del terrorismo, que tienen una ley generosa que les concede ayudas para tratamientos médicos y psicológicos, las víctimas de violencia de género se rigen por una ley de ayudas a delitos violentos que pide haber estado más de medio año de incapacidad laboral para acceder a estas ayudas”.