Obama emprende su reforma financiera
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado la reforma financiera con la que rehará el mapa mundial de las finanzas. Lo ha resumido en tres puntos: más intervención, más regulación, y más protección a los consumidores. Esto se traduce también en menos riesgos, y menos beneficios para el sistema financiero.
Para someter a regulación y supervisión a las firmas financieras de gran tamaño, y cuya salud sea de importancia para el sistema en conjunto, Obama pretende ponerlas bajo el control del Banco Federal Estadounidense.
El presidente estadounidense ha sido acusado de excesivo intervencionismo, se ha defendido declarando que el origen de la recesión económico no ha sido un fallo, sino una “cascada de errores” y de “oportunidades perdidas”, así como de una “cultura de la irresponsabilidad”.
La reforma busca aplicar reglas que permitan promover la innovación a los mercados y descentivar el abuso. “Pretendemos crear un marco en el que los mercados puedan funcionar libremente y de una manera justa, sin puntos débiles; un sistema que funcione para el negocio y para el consumidor”, declaró el presidente Obama.
La propuesta debe ser refrendada por el Congreso estadounidense. Los republicanos lo consideran como un primer paso interesante, pero afirman que quieren analizarlo más a fondo para comprobar que no se comenten errores regulatorios, o no se conceden demasiados poderes al Banco Federal.
Las medidas más destacadas son: el aumento de poder del Banco Federal, el reforzamiento del capital en las entidades que supongan riesgos, la formación de un Consejo de reguladores del sistema, y la protección al consumidor a través de una agencia creada para ello.
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