La FAO anuncia una estabilización en el mercado de alimentos

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Según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el suministro mundial de alimentos parece menos vulnerable a sufrir vaivenes que durante la crisis de alimentos del pasado año. Sin embargo, el informe ''Perspectivas alimentarias'' advierte que todavía el peligro no ha pasado.

''A pesar de los fuertes aumentos en las últimas semanas, los precios internacionales de la mayoría de los productos básicos agrícolas han caído en 2009 con referencia a los máximos alcanzados en 2008, un indicador de que muchos mercados regresan lentamente a una situación de equilibrio'', asegura el informe que la FAO realiza semestralmente.

El documento advierte que los precios alimentarios continúan siendo elevados en muchos países en desarrollo, por otro lado, los países más pobres presentan problemas a la hora de acceder a los alimentos debido a la pérdida de empleo e ingresos producto de la crisis económica mundial.

El origen de estas positivas previsiones se debe en gran parte a la cosecha de cereales, tras una producción récord el año pasado, 2.287 millones de toneladas, las reservas mundiales vuelven a los niveles de antes de la crisis.

El consumo mundial de azúcar aumentará, aunque a un ritmo más suave que en los dos últimos años, impulsado por una demanda sostenida en los países en desarrollo.

Los precios del pescado, la carne y la leche se han venido abajo, empujados por un descenso de la demanda debido a la desaceleración económica y los repetidos brotes de enfermedades de animales.

Si bien el descenso de los precios puede ser una buena noticia para los países importadores, que ahorrarán hasta 226.00 millones de dólares, el deterioro de la situación económica puede anular gran parte del beneficio advierte el informe.

Por muy baratos que se encuentren los alimentos en el mercado, el decremento en el poder adquisitivo impide que los alimentos tengan precios asequibles, asegura el informe.

Según 'Perspectivas alimentarias' los lazos cada vez más estrechos entre el sector agrícola, el mercado energético y el sector financiero hacen que el mercado de los alimentos sea más vulnerable a las sacudidas externas.

Por último, el continuo debilitamiento del dólar y el fuerte repunte de los precios energéticos acaecido en las últimas semanas, puede suponer una renovada tendencia al alza de los precios internacionales. Aún así, la FAO indica que la economía alimentaria se presenta menos vulnerable a los factores externos que el año pasado.

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