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El BM Ciudad Real reedita el título tras vencer al Kiel

Europa Press

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El Balonmano Ciudad Real reeditó este domingo el título de la Liga de Campeones tras derrotar épicamente por 33-27 en el partido de vuelta a un THW Kiel alemán, desbordado por un arrollador tramo final del equipo manchego, capaz de levantar en cuarto de hora una desventaja de cuatro goles y acabar con el sueño alemán.

Thierry Omeyer y Nikola Karabatic lideraban a un conjunto germano, gran dominador del partido durante los tres primeros cuartos, pero que perdió toda su claridad ante el ímpetu local, impulsado por un gran Chema Rodríguez y las paradas decisivas de Arpad Sterbik, que apareció en los momentos claves.

El campeón de la Bundesliga no se había dejado inmutar por el ambiente enfervorizado del recinto y parecía encaminado a tomarse la revancha de lo sucedido el año pasado. Sin embargo, el Ciudad Real no se rindió y supo esperar su momento, en una demostración de carácter y calidad.

Omeyer estaba amargando la fiesta del Quijote Arena. Uno de los mejores guardametas del mundo le ganaba la partida a Sterbik, lejos de su nivel y que incluso dejaba a su puesto a José Javier Hombrados. Bajo las paradas del portero francés, el Kiel llevó la batuta del encuentro y no dejó en ningún momento que su rival se pusiese por delante.

El Ciudad Real llegó 'vivo' al descanso (13-14), pero Omeyer retornó a la pista dispuesto a seguir con su festival. El campeón olímpico firmaba 18 paradas y su compatriota Karabatic lideraba el ataque para poner a los del Alfred Gislason muy cerca del título (16-20).

Sin embargo, ahí se empezó a acabar el Kiel y surgió el equipo español. Chema Rodríguez le dio otra velocidad a los suyos, la defensa comenzó a funcionar y los locales a correr. El 'muro' Omeyer cayó (sólo hizo dos paradas más) y un gol del central puso por delante por primera vez a los de Talant Dujshebaev (23-22).

La delantera en el electrónica dio alas al Ciudad Real, cada vez más 'gigante' ante un rival que empequeñecía. La tensión crecía y fue el momento elegido por Sterbik para aparecer en plenitud. Las paradas del guardameta fueron el impulso definitivo y Abalo provocó la locura con el 32-27. El Kiel no soportó la presión y el conjunto manchego sentenció ante el delirio del Quijote Arena.

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