Las relaciones de Birmania con otros países podrían verse afectadas por el caso de Suu Kyi

Tras el escándalo internacional provocado por la detención de la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, las declaraciones de la Junta Militar de Birmania al respecto han sido muy escasas. Sin embargo, este fin de semana en Singapur, en una conferencia sobre seguridad, el viceministro de Defensa de la Junta birmana, el general Aye Myint, ha decidido mostrar la opinión de su gobierno sobre este asunto.

“Las acciones legales contra Aung San Suu Kyi son simplemente un asunto interno de Birmania”, indicó Myint, asegurando que la líder opositora está siendo procesada conforme a las leyes del país. El representante birmano añadió que “si cualquier país interfiere en los asuntos internos de otro”, las relaciones de “mutuo entendimiento y amistad” entre ambos “podrían verse afectadas”.

En la misma conferencia, también, estuvieron presentes las voces críticas con el régimen birmano. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, solicitó la liberación de Suu Kyi y de los más de 2.000 prisioneros políticos que se encuentran detenidos por la Junta que gobierna Birmania. La misma actitud crítica mostró la ministra británica para asuntos internacionales de Defensa y Seguridad, Ann Taylor, quien solicitó mayores libertades políticas en el país asiático y la liberación de Suu Kyi.

Mientras tanto, San Suu Kyi se enfrenta a una pena de hasta tres años bajo la acusación de haber violado las normas de su arresto domiciliario. En concreto por permitir que un ciudadano estadounidense permaneciera oculto un par de días en su residencia. La premio Nobel ha estado detenida durante 13 de los últimos 19 años, la mayoría bajo arresto domiciliario. Su caso es percibido y condenado por la comunidad internacional como un intento de la Junta birmana para evitar que la popular líder opositora se presente a las elecciones de 2010.