Los riojanos mejoran la media española de matrimonios

El número de matrimonios en España registró un descenso del 8,7 por ciento durante el período 1990-2007, según revela un estudio hecho público hoy por el Instituto de Política Familiar (IPF) a partir de datos de Eurostat y estadísticas nacionales. “Tan sólo en siete comunidades y ciudades autónomas -Castilla-La Mancha, Valencia, Cantabria, Castilla y León, Ceuta, Melilla, Navarra y La Rioja-, han tenido una evolución favorable, mientras que en el resto de las regiones ha habido una evolución negativa en el número de matrimonios”, explicó Hertfelder.

En concreto, en 2007 se acordaron 203.697 enlaces, lo que supone 16.836 uniones menos que diecisiete años antes, a pesar de que la población española creció más de seis millones en este mismo período.

Según el presidente de la entidad, Eduardo Hertfelder, esta disminución en el número de matrimonios se ha visto “amortiguada” por el aumento del número de inmigrantes, que, al mismo tiempo ha multiplicado por cuatro el número de uniones mixtas en diez años. “Sin estos enlaces los matrimonios en España hubieran caído hasta apenas 169.474 matrimonios, con un descenso del 20 por ciento”, aseguró.

No obstante, Hertfelder destacó como “preocupante” una desplome del 17 por ciento en la tasa de nupcialidad correspondiente al tramo 2000-2007, que cayó hasta el 4,47 y que sitúan a España por debajo de la media europea del 4,83.

Por comunidades, en la mayoría de ha descendido el número de matrimonios, siendo Madrid la que registra una mayor caída cuantitativa de la nupcialidad entre 1991-2007, con un 43 por ciento menos de enlaces, seguida de Cataluña y Canarias.

Con respecto a la tasa de nupcialidad casi todas las comunidades excepto Cantabria (5,5) Castilla-La Mancha (5,25), Andalucía (5,24), Asturias (5,03) y Extremadura (4,99) tienen un índice por debajo del de la Unión Europea. Canarias es la región con la tasa más baja (3,27), por delante de Baleares (4,08) y Cataluña (4,14).

El Instituto de Política Familiar (IPF) es una entidad civil independiente de carácter no lucrativo, no vinculada a las administraciones públicas ni a partidos políticos u organizaciones religiosas, que pone su foco en el campo de la promoción y defensa de la familia ante la opinión pública y los poderes públicos.